Foto: EFE Carrera deportiva de la deportista pende de un hilo  

Uno de los rostros que más nos ha llenado de orgullo en los recientes años es el de Lupita González. La marchista mexicana dio una de las alegrías más grandes para el país cuando ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

 

Un año antes se llevó el oro en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y el año pasado, consiguió la presea plateada en el Mundial de Atletismo.

 

Su perseverancia y profesionalismo se pueden ver muy afectados, luego de que se diera a conocer un informe de la Unidad de Integridad de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), en el cual se indica que la atleta mexicana dio positivo por Trembolone, un anabólico, y ha quedado suspendida de forma provisional.

 

El Trembolone es un esteroide anabólico que se utiliza en la medicina veterinaria con el objetivo de incrementar la masa muscular. Para los atletas, resulta un efecto androgénico que potencia las habilidades físicas y por ende mejora los tiempos en el caso del atletismo. Es similar al clembuterol en sus efectos.

 

La investigación del dopaje está en marcha y se buscará la fecha de cuándo fue la administración de esta sustancia y si afectará en sus marcas y medallas obtenidas por Lupita.

 

De momento la IAAF ya suspendió a la marchista, y ella ya trabaja en su defensa.

 

El antecedente 

El tema del dopaje en atletas mexicanos incidentalmente no es nuevo. En la Copa Oro de 2011, con seleccionados mexicanos que participaban en el torneo que a la postre ganó el Tri bajo el mando de José Manuel de la Torre, dieron positivo por clembuterol.

 

La FIFA emitió un castigo de un número determinado de partidos de suspensión hasta que la investigación pertinente arrojó que los futbolistas consumieron carne contaminada.

 

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