Ninguna mente lo hubiera imaginado.

Andrés Manuel López Obrador hizo campaña contra la participación de las Fuerzas Militares en distintas labores y espacios de la vida pública.
En especial en seguridad pública, una tarea de la cual han pedido ser relevadas porque no están preparadas y porque han sido cuestionadas desde distintos ámbitos de la sociedad civil.

Cuando era cuestionado sobre el tema y alguien le refirió declaraciones del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, el tabasqueño contestó con enojo:
-¡Que se ponga a trabajar!

Tras varios encuentros, incluido el acto público el domingo pasado donde pidió el respaldo del Ejército y la Marina para combatir la inseguridad, aquella visión de campaña ha cambiado.

Ahora soldados y marinos tienen asignados un papel fundamental para garantizar la tranquilidad del país y, algo insólito, la buena marcha de las instituciones nacionales.

Y EN SUSTITUCIÓN DEL ESTADO MAYOR VA…

Hay nuevo paradigma.

Anoche, mientras esta columna tomaba forma, comenzaron a circular informaciones e instrucciones para miembros del próximo Gobierno, diputados, senadores e invitados especiales.

Decía la voz viva:
Desde la medianoche del lunes, forma eufemística de anunciar una vigencia para el martes y días posteriores hasta el 1 de septiembre, el Ejército se hará cargo de la seguridad del Palacio Legislativo.

Se les pedía tomar todas las precauciones porque en automático están invalidadas todas las acreditaciones, pases y similares con los cuales acuden regularmente legisladores y personal.

En esas condiciones, de nada sirve aquella orden original del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, de sustraer el recinto al Estado Mayor, tradicional garante de la seguridad en toda ceremonia oficial.

Tampoco cabe la aclaración del vocero del siguiente Gobierno, Jesús Ramírez, quien ofreció intervenir a favor de los periodistas solicitantes de acreditaciones para poder ver el juramento de Andrés Manuel López Obrador.

-Es decisión de la Cámara, no del Ejecutivo –argumentó.

Simple y llanamente el Ejército, dependiente del Poder Ejecutivo –el Presidente es su Comandante Supremo-, toma el control de la sede del otro poder, el Legislativo.

Tiempos nuevos, tiempos de transformación para acatar órdenes de ya saben quién.

ERIKA CONFÍA Y ATACAN A MORENO VALLE

1. Puebla entra a etapa de decisión.

Como era previsible, la controvertida elección llegó al Trife y los números favorecen a la panista Erika Alonso de Moreno Valle.

-Yo soy respetuosa de las instituciones. Fue una elección limpia y así lo hemos acreditado, estamos en manos del Poder Judicial y respetaremos su decisión –me dice la gobernadora electa.

Pero, dato extraño, simultáneamente su marido, Rafael Moreno Valle, enfrenta la embestida de un eterno perdedor, el ex dirigente y defenestrado coordinador panista en el Senado de la República.

2. Antes de irse, el presidente Enrique Peña inauguró la Autopista Siglo XXI de Puebla a Acapulco.

El más feliz con esa nueva vía es el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, quien destacó en el acto el incremento en la afluencia turística al puerto y a Taxco, pues desde Puebla se hará dos horas y cuarto.

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