Durante poco más de tres meses, elementos de Inteligencia de la Secretaría de Marina y de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR (AIC) comenzaron a investigar las operaciones, vínculos y principalmente a los presuntos líderes de la organización delictiva conocida como la Unión Tepito.

La tarea no fue sencilla, ya que los elementos de la Marina y de la AIC detectaron de primera instancia que ex funcionarios, funcionarios y mandos policiacos de la Ciudad de México prestaban no sólo protección a los miembros de la organización, sino que también se asociaron con varios de ellos.
Las primeras pistas las obtuvieron de la declaración ministerial que dio Roberto Moyado Esparza el Betito, quien en agosto pasado fue detenido y era considerado como el fundador y líder de la Unión Tepito.

En sus declaraciones, el Betito detalló el nombre de los funcionarios y mandos policiacos del Gobierno de la CDMX que brindaban protección a su grupo delictivo. Nos cuentan que a partir de esa información, la Marina y la AIC tomaron la determinación de cuidar todos sus movimientos y evitar que en algún momento las autoridades capitalinas se enteraran de sus avances.

Días antes del operativo para detener al Pistache y al Tiger, las indagatorias de las autoridades federales dan resultados inesperados: una nueva línea de investigación en la que descubrieron que altos mandos policiacos de la CDMX formaban parte de la organización, así como también ex funcionarios y funcionarios capitalinos.

Por lo que el operativo y los cateos realizados se tuvieron que hacer con el mayor de los sigilos hacia las autoridades capitalinas, situación por las que incluso hace un par de días, al ser entrevistado, Omar García Harfuch afirmó que la captura de los dos líderes de la organización no era un golpe definitivo a la Unión Tepito.

Y es que de acuerdo a las carpetas de investigación que tiene la PGR, falta una estructura importante por desmantelar y en la cual se deberá detener y señalar a los funcionarios locales que no sólo tienen ganancias, sino que son cómplices de la violencia ejercida por este grupo.

La lista de presuntos funcionarios capitalinos que ya se tenía, ahora la están cotejando con otras tres listas que tenían los miembros detenidos en sus celulares y computadoras incautadas durante su detención.

La idea que tienen las autoridades federales es realizar operativos antes de que finalice el mes de noviembre y, por tanto, el sexenio, y así desmantelar una parte importante de la Unión Tepito, con lo que están pensando hacer detenciones sorpresa de estos servidores públicos.

Pese a que en la PGR muchas investigaciones se han detenido e incluso se ha dejado de atender los casos relevantes, los asuntos de la Unión Tepito, nos dicen, serán el único caso que tratarán de cerrar bien.

Y justo falta menos de un mes para que el encargado de la PGR entregue la administración, y pese a sus declaraciones, no se ve claro que resuelva casos como el de los sobornos de Odebrecht o las investigaciones contra César Duarte y, mucho menos, que entregue los pendientes para la extradición del ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández. Obviamente no tendremos respuestas de las investigaciones efectuadas en las cajas de seguridad de Quintana Roo, y mucho menos de las denuncias interpuestas por la ASF. ¿En una carrera jurídica valdrá la pena, en verdad, salir con esos resultados?