La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), lamentó la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de haber otorgado dos nuevos amparos para el uso “lúdico” de la mariguana, reuniendo así las cinco sentencias requeridas para crear jurisprudencia, abriendo el camino a la legalización.

 

Leonardo García Camarena, presidente de la UNPF afirmó que, con esta decisión, “la Suprema Corte da la espalda a la sociedad y deja fuera el derecho humano a la salud, el cual se debe gozar sin distinción alguna, para que las personas puedan vivir dignamente”.

 

Las consecuencias de esta decisión pueden ser muy graves para nuestro país, aseguró García Camarena, pues se sientan las bases, no solo para que la mariguana sea legal en México, sino el resto de las drogas, con las mismas conclusiones dadas por los ministros de la Primera Sala en el sentido de que “el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad permite que las personas mayores de edad decidan —sin interferencia alguna— qué tipo de actividades lúdicas desean realizar y protege todas las acciones necesarias para materializar esa elección”.

 

“Todos los poderes de la nación y las instituciones deberían estar encaminados a prevenir, reducir y eliminar los factores que puedan tener consecuencias nocivas para la salud”, añadió.

 

El presidente de la UNPF apuntó que “las experiencias internacionales muestran que pensar primero en factores económico antes que en la salud y educación de las naciones puede dañar a la sociedad, especialmente a los más jóvenes”.

 

El propio ministro de Salud en Uruguay (primer país en legalizar la mariguana), Jorge Basso —previo al primer foro Cuidados paliativos, fortaleciendo el sistema sociosanitario, efectuado en Lima, Perú— declaró que la legalización del consumo de mariguana con fines recreativos en Uruguay disminuyó la percepción de riesgo en la población, produciendo un efecto indeseado que provoca el incremento de usuarios.  Sostuvo que las personas deben saber que se trata de una droga y es dañina para la salud.

 

La UNPF insistió en que “en un país donde aproximadamente 3.9 millones de jóvenes no estudian ni trabajan, según cifras del INEGI, exigimos políticas públicas, leyes y programas que beneficien a la sociedad, en especial a niños y jóvenes, México no necesita más drogas, sino mejorar considerablemente la educación, garantizar más y mejores espacios para el deporte, para el arte y para la cultura; oportunidades de trabajo, etc.”

 

Leonardo García concluyó señalando que es necesario crear políticas que nos permitan bajar drásticamente los niveles de consumo de cualquier droga legal e ilegal con resultados claros y transparentes, para garantizar a nuestros niños y jóvenes un mejor ambiente social.

DPC