Foto: Reuters / archivo Ambos candidatos intensificaron el embate en la recta final de la campaña, a la que Bolsonaro llega a la cabeza con 32% de intención de voto, pese a que enfrenta un amplio rechazo de los brasileños, frente a 23% del candidato del Partido de los Trabajadores  

El electorado brasileño acudirá el próximo domingo a las urnas para elegir a su próximo Presidente en un ambiente polarizado por las propuestas y los ataques de la derecha y la izquierda.

Los punteros en las encuestas, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el progresista Fernando Haddad, quien reemplazo a Luiz Inácio Lula da Silva en la candidatura, intercambiaron duros ataques esta semana.

Ambos candidatos intensificaron el embate en la recta final de la campaña, a la que Bolsonaro llega a la cabeza con 32% de intención de voto, pese a que enfrenta un amplio rechazo de los brasileños, frente a 23% del candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

Bolsonaro, quien se recupera en su casa de las heridas sufridas durante una puñalada recibida a comienzos de mes, ha ofrecido acabar con la corrupción y esta semana reforzó su discurso “anti PT” y aseguró que el país no merece ser gobernado desde la prisión, en una clara referencia al encarcelado expresidente Lula.

Tras las acusaciones, el delfín de Lula, que hasta el momento había evitado los ataques directos contra Bolsonaro, salió al paso y subrayó que el abanderado del Partido Social Liberal encarna una “amenaza para la democracia y la paz social” en Brasil.

Haddad, asumió la candidatura del PT el pasado 11 de septiembre tras la inhabilitación política de Lula, calificó a Bolsonaro de “fascista” y advirtió que, en otras épocas, “Alemania e Italia ya votaron en personas como él”.

El politólogo brasileño Ricardo Ismael, entrevistado por CNN, adjudica el crecimiento de la ultraderecha y su candidato, al hartazgo en Brasil de lo políticamente correcto, ya que a una parte del electorado lo que le gusta es su forma de expresarse, lo cual les da la impresión de que es transparente y dice la verdad.

Mientras que el rechazo al partido de izquierda se debe a los escándalos de corrupción de sus integrantes, incluidos el ex presidente Lula, y el temor de que el PT se aleje más de la tendencia de centro, según el analista Michael Mohallem.

Aunque Bolsonaro y Haddad aumentaron su favoritismo, ninguno lograría más del 50% de la votación en los comicios del domingo, por lo que deberán ir a una Segunda Vuelta, prevista para el 28 de octubre, en la que Haddad y Bolsonaro obtendrían un empate técnico, según la más reciente encuesta de Ibope.

Xavier Rodríguez

LEG