La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, llegó hoy a Malaui, segunda parada de su gira africana después de Ghana, y visitó una escuela de educación primaria y donó material educativo y balones de fútbol.
Melania aterrizó en el aeropuerto internacional Kamuzu, donde fue recibida por la primera dama de Malaui, Gertude Mutharika, y ambas asistieron a una ceremonia de bienvenida con bailarines, tambores y cientos de escolares que agitaban banderas de ambas naciones.
Posteriormente, la esposa del presidente de EU, Donald Trump, se desplazó hasta la escuela de primaria Chipala, donde, según la Casa Blanca, unos 8 mil niños asisten a las lecciones impartidas por 75 maestros, una proporción de unos 110 niños por maestro.
En este colegio, la primera dama estadounidense asistió a una clase en la que los alumnos aprendían a leer y escuchó tanto a profesores como al ministro malauí de Educación, Ciencia y Tecnología, Bright Msaka, hablar sobre esa materia.
Melania aseguró al grupo de educadores que quería visitar la escuela para conocer los programas que la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid) lleva a cabo en este país.
“Gracias por educarlos para que sean mejores”, les dijo.
Además, donó material educativo, como parte de su iniciativa “Be Best” (Sé mejor), y balones de fútbol con el logotipo de la Casa Blanca, que rápidamente fueron usados por los más pequeños.
La Casa Blanca aseguró haber elegido Malaui como una de las paradas de esta gira -que también incluye Kenia y Egipto aparte de Ghana- porque la mitad de sus 17 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza, y por las dificultades que las niñas, especialmente, tienen para acceder a la educación.
Usaid tiene en este país africano varios programas de lectura e iniciativas contra el abandono escolar temprano, y el año pasado destinó cerca de 200 millones de dólares a diferentes iniciativas.
De camino a la residencia de la embajadora estadounidense en Malaui, Virginia Palmer, varias personas alzaron carteles y en uno de ellos podía leerse “Bienvenida a Malaui, no un país de mierda”, en referencia a los comentarios de Donald Trump, el pasado enero, para describir a El Salvador, Haití y varias naciones africanas.
Otro letrero decía “69 días después de la fecha límite para reunir a las familias”, en relación a la política de tolerancia cero de la Administración de Trump, que resultó en la separación de miles de niños de sus familias.
Melania Trump “está dando luz a algunas de las grandes cosas que Estados Unidos está haciendo en Malaui y en África, y sé que está emocionada”, afirmó ya en su residencia la embajadora Palmer, que describió el país como “pequeño, pobre y amistoso”.
Con este viaje, la primera dama quiere dar difusión a su nueva iniciativa “Be Best”, que busca promover el bienestar social y emocional de los niños.
TFA