Foto: Especial No tengas miedo, su nuevo sencillo que interpretó junto al cantautor, Juan Gabriel  

La cantante de ópera Bárbara Padilla estaba en el estudio de Juan Gabriel, cuando el compositor empezó a cantar un tema que ella no reconocía. “Es una canción inédita, que le compuse a usted. Me gustaría mucho que la cantara en mis conciertos’. Me medio morí de emoción ahí”, recordó la soprano sobre esa melodía, No tengas miedo, su nuevo sencillo que interpretó junto al cantautor.

La sagrada aventura de conocer a Juan Gabriel, como definió su encuentro, y de grabar la canción,“también nació en la intimidad de la casa del maestro; él planeó producir alguna vez un disco con las canciones de él, cantadas con esta voz operística mía, pero bueno, se nos adelantó”, compartió la intérprete en una entrevista con 24 HORAS.

“No vas a poder hablar, mucho menos cantar”, le decían los doctores a Bárbara Padilla cuando, tras las radiaciones a las que se sometió por el Linfoma de Hodgkin que le detectaron, aún tenía un tumor en el cuello. Su voz nunca desapareció; ganó el segundo lugar en el reality show America’s got talent, y grabó su primer álbum Bárbara Padilla, junto a la Orquesta Sinfónica de Londres.

“Fue un milagro. Cuando me dicen no vas a poder volver a cantar, a mí me habían dado una beca completa para estudiar música en la Universidad de Houston, que pagaba colegiatura, mis comidas, mi estancia. Sólo me iba a dedicar a estudiar música, por la simple y sencilla razón de que les gustaba mi voz, que es un regalo de Dios; yo no hice nada, más que cultivarla”.

Cuando le faltaban dos meses para viajar, su mundo se desmoronaba frente a ella, reconoció. Su madre la apoyó y le dijo que si quería cantar, debía luchar por vivir. “Me dieron la radiación y nunca se me fue la voz. No se explicaban por qué mis cuerdas vocales nunca se vieron afectadas”.

Fue a Houston “completamente bien” y después tuvo una recaída. Lo único que le quedaba era un trasplante de médula osea, con unos pronósticos “ridículamente bajos”.

“Me dijeron ‘te vas a morir en el trasplante’; de todas formas si no me lo dan, me voy a morir. De tener un cinco por ciento de probabilidades de vivir a un cero, tomo el cinco; me dieron el trasplante y me curé”.

La música fue una de las grandes razones para seguir adelante, ya que, entre cada quimioterapia, nunca dejó de cantar. No estaba “amarrada” a un hospital, recordó, pero cuando salía cantaba, y para no hacerlo, debía estar en tratamiento.

 

“La música te da ánimos para seguir. Yo estaba en el hospital y tenía conciertos el fin de semana. No me podía mover de la torre del Centro Médico, veía muy a lo lejos la cúpula del Teatro Degollado. Yo sabía que iba a estar ahí cantando me mantenía con una ilusión para terminar la semana”.

Tras conocer a su esposo en Estados Unidos y dedicarse al cuidado de su hija Elizabeth, pausó su carrera. Sin embargo, tras dos años, comenzó a extrañar la música y los escenarios.

“Hablando con mi madre, me dice: ‘Mira, María Bárbara, tienes una carrera, una maestría en música, hablas cuatro idiomas, tienes una familia que te apoya incondicionalmente y un talento que Dios te dio. Tienes alas de águila y una mente de pollo. Me pesaron las alas de águila, y luché”.

Como todos los cantantes de ópera, buscó audiciones, pero de cada 50 pruebas, obtienen un sí. Descubrió America’s got talent, “iban a tener audiciones aquí en Houston. Fui, canté, y me dijeron que sí. Pasé a la siguiente ronda y cuando me di cuenta, había quedado segundo lugar en el concurso de talento más grande del mundo; después de eso se abrieron muchas puertas”.

Como los cantantes de ópera no utilizan micrófono, ella se negó, pero el requisito de la producción fue la oportunidad para encontrar una relación con este instrumento, que la ópera no se lo permitía.

“Me dicen ¿cómo quieres que te oigan en tele sin micrófono? Creo que tienen razón, dije… En la ópera siempre eres un personaje; cantar sin micrófono es estar poniendo atención a la técnica, con el micrófono podía susurrar”.

Fue en este reality donde se enamoró del crossover clásico, la fusión de la música operística con el pop contemporáneo, pieza clave, admitió, para acercar el género que surgió como un entretenimiento popular y ahora es elitista. El motivo, explicó, fue al sacarlo de su país original, Italia, y llevarlo a otras regiones en el mismo idioma, donde no se entendía y se volvió algo inalcanzable.

“Cuando la gente sale de mis conciertos y me saluda, me dicen: ‘¡Ay, maestra, no sabía que me gustaba la ópera hasta que la escuché a usted!’”. La soprano describe la ópera como “mi primer amor en la música”.

Lo que debes saber:

*Bárbara Padilla ofrece charlas motivacionales, donde canta y habla de cómo su enfermedad fue una bendición para crecer como persona.

*Ahora que ya cuentan con subtítulos, recomendó ver óperas, entre ellas La bohème, de Puccini, y Las bodas de Fígaro, de Mozart.

*Entre sus músicos mexicanos preferidos incluyó a Armando Manzanero, Marco Antonio Solís, Manuel Mijares, Emmanuel, María del Sol, Guadalupe Pineda, Fernando de la Mora y Aída Cuevas.

*“Fue la mejor presentación vocal que ha habido en America’s got talent, declaró el juez Piers Morgan sobre su interpretación del Ave Maria.

LEG