TRYON.- Apenas era un potro cuando la familia Midili decidió comprar a Arc Sparkle Magnetic, un semental por el que pagaron 3 mil euros y al que intentaron vender después de varios meses de adiestramiento, pero nadie quería comprarlo “ni por una cantidad pequeña” y ahora es un ejemplar de talla mundial.

 

“No somos ricos, así que por diversos motivos necesitábamos el dinero pero nadie quería comprarlo por 8 mil euros, después de todo el entrenamiento realizado con él. Ahora me ofrecen 200 mil euros, pero ya no lo vendo”, comenta en entrevista con Efe el jinete italiano de doma vaquera Mirko Midili.

 

Tras la fallida venta, el joven decidió terminar el entrenamiento que había comenzado su padre y comenzar a competir con este semental negro que desde el principio mantuvo “una trayectoria ascendente” hasta alcanzar el máximo nivel mundial.

 

Esta semana, el binomio italiano compitió en los Juegos Ecuestres Mundiales, que se celebran en la ciudad norcarolina de Tryon (EU), una de las citas más importantes del calendario hípico y que cada cuatro años reúne a los mejores jinetes de ocho disciplinas ecuestres.

 

Tras la final, la idea de Mirko era retirarlo, pero una lesión en una de las patas del caballo durante la ronda previa hizo que no obtuvieran el resultado esperado, en el puesto decimotercero con una puntuación de 220.5, por lo que todavía competirá en un torneo más.

 

“Me lo ha dado todo, todo lo que podía darme lo ha dejado en la pista. Pero él es un caballo que puede marcar 226 o 227 puntos. Esa hubiera sido una puntuación justa para retirarlo, habría dejado la silla en la arena y lo hubiera sacado del circuito”, explica emocionado.

 

La familia Midili trabaja desde hace años como adiestradores de caballos y, además, son deportistas profesionales en categorías diferentes, ya que el padre de Mirko dedicó su carrera a las carreras de barriles, donde prima la velocidad sobre la técnica.

 

Mientras, el joven de 29 años dejó atrás su ciudad natal de Como (Italia) cuando era un adolescente para irse a Roma para aprender la doma vaquera, también conocida como “reining”, junto a “uno de los mejores entrenadores del mundo”, Dario Carmignani.

 

A los 21 años comenzó su carrera en solitario y ya en la primera temporada llegaron las primeras victorias en categorías inferiores.

 

El segundo año Mirko destacó en la élite ganando en 2012 el Futurity Open, la competición más relevante de esta disciplina, en los cuatro niveles en los que se disputa el torneo, siempre junto a aquél potro de 3 mil euros que había comprado con su padre.

 

Para continuar con el legado de este ejemplar, Mirko tiene decidido que, después de retirarlo, lo dedicará por completo a “la reproducción”, que de hecho ya ha comenzado este mismo año con trece montas que espera aumentar en el futuro.

 

En la doma vaquera, disciplina en la que los jinetes realizan una serie de maniobras técnicas de potencia y velocidad, los caballos son valorados en función de los premios metálicos que obtienen durante su carrera deportiva.

 

El corredor italiano opina que en Italia, y por extensión en Europa, existe “menos nivel” natural en los caballos respecto a los estadounidenses, por lo que han tenido que aprender a “entenderles” para saber cómo adiestrarles.

 

“En Estados Unidos tienen una gran calidad, con lo cual se deben esforzar menos a enseñarles porque sale natural. Animales como los suyos tal vez nacen en Italia dos o tres por año, a ellos le nacen doscientos, pero nosotros tenemos más talento. Esta es la diferencia”, detalla.

 

En los Juegos Ecuestres Mundiales de Tryon, el campeón individual de “reining” fue el jinete belga Bernard Fonck, imponiéndose a los anfitriones estadounidenses Daniel Huss y Cade McCutcheon, la joven promesa de tan solo 18 años.

 

A diferencia de otras pruebas, el público anima de forma ruidosa a sus jinetes durante la competición, que con esta victoria el pabellón, con mayoría de seguidores estadounidenses, se quedó mudo.

 

Midili considera que esta disciplina debe ser olímpica por el espectáculo que consigue “la conexión entre la grada y quien está en la arena”, pero reconoce que le hubiera gustado que ese momento llegara con el caballo de su “corazón”, que después de haber triunfado en la élite en breve volverá al pasto.

DPC