El protagonismo de Martí Batres en la presidencia de la Cámara de Senadores y la parodia que ha hecho de la política de austeridad tienen muy molestos a los integrantes de su bancada.

 

No sólo por el hecho de frivolizar una de las propuestas de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sino porque ha llevado a los extremos la tan mentada austeridad.

 

Sucede que el martes pasado, la sesión se prolongó por más de seis horas, y los senadores salían a buscar algo para comer y no había, literalmente, ni agua.

 

Eso molestó a los morenistas y legisladores de otras bancadas como Damián Zepeda, que de plano planteó en la Junta de Coordinación Política que se reconsiderara la medida.

 

La Junta, que preside Ricardo Monreal, estuvo de acuerdo en discutir la posibilidad de que cuando las sesiones sean superiores a cuatro horas, los senadores puedan contar con un servicio de catering.

 

Ojo, no está aprobado, sólo se va a discutir.

 

Nomás para que vean hasta dónde pueden llegar los absurdos en aras del protagonismo.

 

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Como han sido muchas las críticas que ha recibido el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, por la cantinflesca explicación que dio para justificar que las dietas de los legisladores no se reducirían, bueno, sí, pero nomás tantito, anunciará una serie de medidas que sí impactarán en los ingresos de diputados, al menos los de Morena.

 

Delgado dará a conocer la desaparición de las llamadas “casas de gestión de los diputados’’, para cuya operación se destinaban 28 mil 772 pesos mensuales.

 

Las famosas “casas’’ u oficinas de gestión se supone servían para enlazar a la población del distrito respectivo con el diputado en cuestión; pocos utilizaron el dinero para ello.

 

Delgado anunciará también que los integrantes de las comisiones –no secretarios ni presidentes, que se cocinan aparte- se realizará por el democrático método de la tómbola.

 

Y para que no haya dudas sobre quién tiene el control de la fracción de Morena, está prohibido que existan coordinadores estatales, como ocurría en las LVIII legislaturas anteriores.

 

Son acuerdos de Morena; el resto de las bancadas decidirá si las asume o no.

 

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El que desde ya se puso a cabildear para quedarse con la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados es el ex campeón mundial de box, Érik Isaac Morales Elvira, mejor conocido como el Terrible Morales.

 

Morales, quien llegó a la diputación bajo las siglas de Morena, demanda se precise el destino del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a las bebidas azucaradas y comida chatarra, ya que a la fecha no se conoce ni su destino ni su aplicación; siendo que una parte de este impuesto debió destinarse al deporte.

 

Parte de su oferta para encabezar la comisión del deporte consiste en establecer un “plan nacional del deporte” y la demanda de mayor presupuesto, ya que en la actual administración la Comisión Nacional del Deporte (Conade), en 2012 inició con un presupuesto de siete mil millones de pesos, y para 2018 apenas llegó a mil 800 millones de pesos.

 

Si realmente López Obrador desea impulsar el deporte –no importa si es el beisbol-, también tendrá que sumar recursos… de donde los pueda rescatar.

 

fahl