Foto: Twitter Los muros contribuyen a la alteración de humedales y cursos de agua, lo que ha afectado la flora y la fauna sensible que dependen de la claridad del agua y niveles de salinidad apropiados  

El muro que el gobierno del presidente Donald Trump pretende construir en la frontera sur de Estados Unidos aumentará la muerte de migrantes, aunque no reducirá el flujo migratorio, apuntó la Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU).

 

En un informe emitido este miércoles, la ACLU destacó que la construcción de más muros fronterizos “sería un tremendo derroche de dólares de los impuestos, agravaría el daño a las comunidades fronterizas y al medio ambiente, y aumentará la tasa anual de muertes de migrantes”.

 

Indicó que pese a que estos costos son muy elevados, el número de detenciones de migrantes, que es la estadística que se usa para calcular la cifra de personas que intentan cruzar la frontera sin autorización, “no se ve afectado por los muros ni por otras medidas de cumplimiento de la ley”.

 

Titulado “Death, Damage, Failure: Past and Future Impacts of Walls on U.S.-Mexico Border” (Muerte, daño, fracaso: Impactos pasados y futuros de los muros en la frontera México-Estados Unidos), el informe concluyó que la utilidad de estas barreras no tiene fundamento en los hechos.

 

“Se construyeron unos mil kilómetros de barreras fronterizas en el transcurso del último cuarto de siglo que no han cumplido el punto de referencia cambiante y mal definido de ‘asegurar la frontera’”, señaló el documento.

 

En cambio, los muros existentes han afectado a las comunidades fronterizas, desgarrado delicados ecosistemas y redirigido los cruces a las áreas más remotas y traicioneras donde miles de hombres, mujeres y niños han muerto, según la ACLU.

 

Apuntó que los muros son cruzados con escaleras, mediante huecos o túneles, y que en algunas zonas de hecho aumentó el contrabando de personas. Además, los muros no disminuyen el flujo de personas que buscan asilo.

 

Los muros contribuyen a la continua crisis humanitaria de muertes de migrantes en la frontera suroeste porque obligan a migrantes a cruzar por áreas desérticas remotas, acusó.

 

“A pesar de que el número de detenciones ha disminuido en los últimos años, la probabilidad de que un migrante perezca durante su viaje hacia el norte ha aumentado”, alertó la ACLU en su informe.

 

Los muros producen también “tremenda devastación ambiental”, y ya han fragmentado y degradado hábitat críticos para la vida silvestre de especies amenazadas como el jaguar y el berrendo sonorense en el estado de Arizona; el lobo mexicano en Arizona y Nuevo México; y el ocelote en Arizona y Texas.

 

Un mayor número de muros crearía una división sin precedentes en todo el continente de hábitats transfronterizos y corredores de vida silvestre, con enormes consecuencias perniciosas a largo plazo para la rica diversidad biológica de América del Norte, alertó ACLU.

 

Los muros contribuyen a la alteración de humedales y cursos de agua, lo que ha afectado la flora y la fauna sensible que dependen de la claridad del agua y niveles de salinidad apropiados.

 

Pese a tal evidencia, la ACLU aseguró que el Congreso de Estados Unidos no tiene contemplado realizar un examen serio sobre la eficacia de los muros, analizando lecciones del pasado o al realizar análisis costo-beneficio.

 

“A la luz de los hallazgos presentados en este informe recomendamos una moratoria sobre el financiamiento y construcción de muros fronterizos adicionales, y la reevaluación de la estrategia que los promovieron”, enfatizó la ACLU.

 

 

 

aarl