#LoboSapiens

Poco antes de retirarse a descansar, el presidente Enrique Peña Nieto echó un vistazo a la pantalla de televisión.

–Nosotros nunca llenamos el Zócalo así… ni en el Grito, deslizó; quienes estaban más cerca de él en ese momento alcanzaron a escucharlo.

Eran los últimos minutos del 1 de julio -fecha en que Andrés Manuel López Obrador provocó una ola guinda que arrasó con el PRI-, el presidente Enrique Peña Nieto se retiraba de la reunión: “Si quieren, pueden pedir algo; se quedan en su casa”, dijo.

Se había reunido con algunos miembros de su gabinete para estar atentos a la jornada electoral. Antes, le echó un vistazo a la pantalla de televisión y dijo que en democracia se gana y se pierde, y ese día les había tocado perder y, momentos después, hizo el comentario sobre el Zócalo.

Y es que, efectivamente, la Plaza de la Constitución nunca se había llenado así durante su sexenio, como el 1 de julio pasado, cuando los seguidores de AMLO salieron a celebrar su triunfo electoral e, incluso, hacían una especie de valla, por donde pasaría el ahora Presidente electo para saludarlo.

El Zócalo se había convertido en la sede de una improvisada celebración popular, y muy pocas veces había estado así por una celebración política, espontánea y auténtica.

A lo largo de la historia, la Plaza de la Constitución se ha llenado pocas veces así. Y en los últimos años ha sido el propio Andrés Manuel quien ha encabezado estas movilizaciones, en busca de la Presidencia.

Dos de esos llenos fueron convocados por Cuauhtémoc Cárdenas, uno para protestar por el fraude electoral de 1988 y otro para celebrar su triunfo al frente de la Ciudad de México, en 1997.

Otra gran concentración se dio por una protesta contra la inseguridad, durante el gobierno de AMLO.

Son, aparte, las convocatorias a conciertos las que también han desbordado la plaza.

Precisamente, al llegar el PRD al Gobierno, comenzó un debate con el PRI sobre el uso de la plancha de concreto, la cual era utilizada hasta esos momentos para ceremonias oficiales. Poco a poco aparecieron en el Zócalo un circo, festivales, la pista de patinaje y hasta una megaofrenda de muertos. El caso se llevó incluso al Senado.

Conocedor de los símbolos políticos y sociales, el equipo del aún Presidente electo prepara una celebración después de que rinda protesta como Presidente Constitucional ante el Congreso de la Unión, precisamente en ese lugar.

López Obrador ya estuvo una vez con una banda presidencial en el Zócalo capitalino, encabezando una movilización masiva. Ante miles de seguidores, muchos de los que seguramente estuvieron el 1 de julio pasado, fue nombrado por su grupo político Presidente Legítimo.

Hoy, el control de la plancha es prácticamente de Morena: sus seguidores la hicieron suya el día que ganó López Obrador. Y a partir de 2019 podrán llenarla cada año para celebrar el inicio de la guerra de Independencia. Pero no hay que olvidar una cosa. El Zócalo es de todos los mexicanos, al igual que la celebración del 15 de septiembre, no sólo de un grupo, por muy grande que sea.

La celebración del 15 de septiembre es un festejo republicano.

#¿LoboEstásAhí?
¿Habrá invitado el presidente Peña al Presidente electo, AMLO, a su último Grito en el Zócalo?