Los calambres, generalmente en extremidades inferiores, constituyen desde una manifestación común de los músculos, hasta una alerta de un control inadecuado de enfermedades crónico degenerativas, advirtieron médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

Perla Zepeda Menchaca, directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 13, de San Quintín, al sur del municipio de Ensenada, explicó que a esta contracción involuntaria y dolorosa, se le debe prestar atención si aparece más de dos veces por semana.

 

Aunque los calambres musculares se deben principalmente a una alteración de electrolitos como sodio, calcio y potasio, su presencia constante puede ser síntoma de padecimientos más graves, como alteraciones en la tiroides y diabetes mellitus.

 

Indicó que si los calambres aparecen sin fatiga muscular o falta de irrigación sanguínea, son una alerta importante para detectar padecimientos crónico-degenerativos que los provocan, como la diabetes mellitus y enfermedades de la tiroides, entre otras.

 

Dijo que generalmente tienen una duración breve, son controlables y casi siempre desparecen cuando se hace un estiramiento pasivo de la extremidad, contrario a la zona del espasmo y con ello se revierte el síntoma.

 

Cuando se originan por fatiga muscular y deshidratación -en caso de ejercicio intenso-, por falta de irrigación sanguínea debido a una misma posición por largos períodos, este trastorno no tiene impacto en la salud ni pone en peligro la vida.

 

El agotamiento muscular también sucede en la práctica ocupacional, es decir; cuando se utilizan las extremidades de manera prolongada en la misma posición, como ocurre con los músicos, artesanos, costureras, escritores y mecanógrafos, entre otros.

 

Otro factor que favorece los calambres es el sedentarismo, que impide una adecuada circulación sanguínea y oxigenación correcta en los grupos musculares, además de que constituye un factor de riesgo de enfermedades como obesidad y diabetes mellitus.

 

Esta última, continuó, afecta el metabolismo de los nervios debido a que perjudica las terminaciones nerviosas (neuropatía diabética), lo que produce dolores importantes en miembros inferiores similares a calambres.

 

También aparecen en la hipertensión que comúnmente acompaña a este padecimiento, ya que los electrolitos en sangre disminuyen por el uso de antihipertensivos o diuréticos que favorecen la pérdida de potasio.

 

Señaló que los diabéticos de larga evolución tienen alteraciones de las fibras musculares, pero no se dan cuenta hasta que se presentan los síntomas y uno de estos son los calambres en extremidades.

 

Por esa razón, anotó, es importante que estos pacientes se apeguen a revisión médica y pruebas de laboratorio en forma periódica en sus Unidades de Medicina Familiar (UMF).

 

Debido a que este padecimiento se puede confundir con otros, los médicos familiares interrogan escrupulosamente a los pacientes para conocer si la molestia corresponde a una contractura muscular o es un dolor de la extremidad con otro origen.

 

En pacientes con calambres, lo primero que se debe identificar si son diabéticos, presentan falla renal crónica, reciben diálisis o hemodiálisis y en todo caso, si presentan alguna enfermedad que altere los electrolitos, se determina el manejo médico adecuado.

 

Por último, la doctora señaló que los pacientes con deshidratación muy intensa pueden poner en peligro su vida, debido a que la falta de electrolitos causa arritmias cardíacas severas que llegan a ser letales.

 

DPC