OTTAWA.- Canadá reafirmó su negativa a negociar mediante tuits, en clara referencia a la costumbre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien además amenazó con acabar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si el Congreso “interfiere”.
En su red social favorita, Twitter, el mandatario estadunidense advirtió que si su país no logra un buen acuerdo, Ottawa “estará fuera del nuevo TLCAN”.
Al respecto, funcionarios canadienses cercanos a la negociación -que reiniciará el miércoles próximo luego que el viernes pasado se decretara un receso de cuatro días- señalaron que no responderán a esos tuits.
Los oficiales, citados por la CBC en calidad de anonimato por lo delicado del tema, agregaron que esta no es la primera vez que esta táctica ha sido usada y precisaron que los comentarios “están diseñados para presionarnos pero eso no va a funcionar”.
Los funcionarios reiteraron la postura marcada por el primer ministro, Justin Trudeau, el viernes, cuando se anunciaba un receso de cuatro días: “Queremos modernizar el TLCAN, que sea bueno para los canadienses. Sólo firmaremos un buen acuerdo y no negociaremos en público”, dijo Cameron Ahmad, vocero de la oficina del primer ministro.
La delegación canadiense, encabezada por la canciller Chrystia Freeland, el jefe del equipo técnico, Steve Verheul, y por el secretario principal del primer ministro, Gerald Butt, regresará este miércoles a Washington, D.C. para continuar las negociaciones.
La representación canadiense seguirá defendiendo sus prioridades: la permanencia del Capítulo 19 de resolución de controversias y su sistema de control de suministro en lácteos (muy criticado por Trump).
Frente a la acusación de Trump de que Canadá ha tomado ventaja por muchos años del intercambio comercial bilateral y que impone altas tarifas, Ottawa insiste que el comercio es equitativo y que en algunos sectores Estados Unidos tiene un superávit con su vecino del norte.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de Comercio, Estados Unidos gozó de exportaciones a Canadá libres de impuesto en la mayoría de sus productos durante 2016: 97.5% en el sector agrícola y 100 por ciento en el sector no agrícola.
Ottawa continuará con las ásperas negociaciones en Washington al tiempo que la oposición sigue acusando al gobierno de Trudeau de haber permitido que México y Estados Unidos dejaran fuera a Canadá de su entendimiento comercial.
“Los mexicanos simplemente nos superaron”, dijo Lisa Raitt, vicepresidenta del Partido Conservador, quien agregó que la delegación mexicana sabía que tenía que llegar a un acuerdo por la importancia del tratado para ese país.
“Cuando tuvieron la oportunidad de llevar sus conversaciones automotrices a un plano bilateral pasaron al siguiente nivel para hablar sobre todo lo demás, incluida la propiedad intelectual y cláusulas de extinción. Ellos aprovecharon la oportunidad”.
Más de un analista canadiense ha señalado que al principio de las renegociaciones para modernizar un acuerdo trilateral de más de 20 años México temía que Canadá negociara al final con Washington y lo dejara solo. Al fina el país latino acabó haciendo eso, indicaron.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Comercio de Canadá, Perrin Beatty, aclaró que México tuvo cinco semanas para tratar con Estados Unidos los puntos más álgidos del comercio bilateral, como las reglas de origen en el sector automotriz, la elevación de salarios en el mismo sector y la cláusula de terminación.
Mientras que Canadá “tuvo sólo cuatro días para negociar”, bajo la presión de que se le impondría un 25% de impuestos a sus exportaciones de autos, lo cual “fueron tiempos no razonables”.
En su opinión, Canadá no debe rendirse en la negociación, debe seguir trabajando para concluirla exitosamente.
“Esta es la oportunidad para modernizar el TLCAN y profundizar en la relación comercial de Norteamérica, un comercio que beneficie a los tres países y termine con la incertidumbre con la que han lidiado por el último año”, agregó Beatty.
En 2016 el comercio dentro del TLCAN alcanzó el trillón de dólares estadunidenses, lo que fue tres veces mayor de lo comercializado en 1993. Diariamente cruzan la frontera Canadá-Estados Unidos 400 mil personas y 2.4 mil millones de dólares en bienes y servicios.
Además, 1.9 millones de empleos canadienses están relacionados con las exportaciones canadienses al mercado estadunidense.
Nueve millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio y las inversiones con Canadá, que es el cliente número uno para la mayoría de las entidades estadunidenses y está entre los primeros tres de 48 estados, según cifras del gobierno canadiense.
DPC