Foto: EFE La candidatura de Lula será probablemente vetada ya que la legislación electoral brasileña prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia  

La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales, se sitúa al frente de las intenciones de voto para conseguir un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais en las elecciones de octubre, según una encuesta divulgada hoy.

Rousseff, candidata por el Partido de los Trabajadores (PT), que lidera desde la cárcel el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción, obtendría un 25 % de los apoyos si se celebraran hoy los comicios para la Cámara Alta, según un sondeo elaborado por la firma Datafolha.

La ex mandataria ostenta una amplia ventaja frente a su principal adversario, el periodista Carlos Viana, candidato al Senado por el Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), de centro-derecha, quien conseguiría un 11 % de los sufragios.

Por debajo se sitúan el policía Elio Antonio Lacerda, del Partido Patria Libre (PPL), y el profesor Tulio Lopes, del Partido Comunista Brasileño (PCB), ambos con un 8 %, de acuerdo con el sondeo.

Para la elaboración del sondeo, encargado por el diario Folha de Sao Paulo y TV Globo, fueron entrevistadas 1.214 personas de 56 municipios de Minas Gerais (sureste) entre el lunes y el martes de esta semana.

La encuesta tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales.

Rousseff fue destituida por el Congreso brasileño a mediados de 2016, cuando fue sometida a un juicio político por irregularidades en el manejo de los presupuestos.

Michel Temer, quien era vicepresidenta de Rousseff, asumió su lugar en la Presidencia hasta el próximo 1 de enero de 2019, cuando entregará el poder al vencedor de las elecciones presidenciales de octubre, a las que el PT ha registrado como candidato a Lula.

A pesar de su encarcelamiento y de estar virtualmente inhabilitado, la formación socialista insiste en la candidatura presidencial del expresidente en virtud de la fortaleza que viene demostrando en todos los sondeos.

En este último de Datafolha, el antiguo dirigente sindical recibiría el 39 % de los votos, casi el doble que el segundo candidato mejor ubicado, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien conseguiría un 19 %.

No obstante, la candidatura de Lula será probablemente vetada ya que la legislación electoral brasileña prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia, como es su caso, se presenten a cualquier cargo electivo.

La última palabra sobre la situación del exjefe de Estado la tendrá el Tribunal Superior Electoral, que tiene de plazo para pronunciarse hasta el próximo 17 de septiembre, cuando faltarán 20 días para las elecciones más inciertas de la historia reciente de Brasil.

 

aarl