El año de Novak Djokovic ha sido de muchos altibajos, pues las lesiones le cobraron una factura muy cara, pero el serbio no se dejó vencer por los problemas físicos, y ayer demostró que tiene el nivel que lo llevó al número uno. Derrotó en dos sets y parciales de 6-4 y 6-4 a Roger Federer en la final del Masters de Cincinnati.
Antes del arranque del torneo previo al US Open, los apostadores no tenían al balcánico como favorito para llevarse el trofeo; era el suizo el indicado para ganarlo. Conforme avanzaron los partidos, comenzaron a creer más en Nole, y no decepcionó a todos los que metieron dinero para que ganara a Roger.
No es el que más coronas Masters presenta en su palmarés, pero sí el único que puede presumir de conseguir al menos un trofeo en los nueve escenarios diferentes de los torneos de esta categoría. Novak Djokovic consiguió en el Western & Southern Open el último que faltaba en su vitrina en Cincinnati para completar el Golden Masters.
Y lo hizo en la sexta oportunidad que se le presentaba en su carrera, tras derrotar a Roger Federer por 6-4 6-4, en una hora y 24 minutos. Antes, había cedido en cinco finales previas en 2008 (p. ante Murray), 2009 (p. ante Federer), 2011 (p. ante Murray), 2012 (p. ante Federer) y 2015 (p. ante Federer).
Mientras tanto fue recopilando distintos trofeos de esta categoría hasta sumar hoy 31 títulos, dos menos que Rafael Nadal que lidera la lista histórica con 33. En Cincinnati rompió el maleficio que perseguía desde hace diez temporadas para lograr un hito que sólo él ha conseguido desde que se instauraron los ATP Masters 1000 en 1990.
Ni siquiera había podido anotarse un set en sus anteriores finales en Cincinnati, pero en 2018 cambió su suerte desde el inicio. Y eso que enfrente tenía al siete veces campeón, que llegaba con unos imponentes números en el servicio.
LEG