Sergio Arau, director de la cinta, comentó que, como consecuencia de la política migratoria de Donald Trump, planea grabar una secuela que llevará por título Otro día sin mexicanos: “será la continuación, pero ahora es personal con Trump”, enfatizó.

Desde que Trump era contendiente a la presidencia estadounidense, hizo presentes sus deseos por no dejar entrar extranjeros al país, situación que posteriormente llevó al límite iniciando con las deportaciones sin derecho a juicios, seguido de la cancelación del programa DACA que permitía a los hijos de indocumentados acceder a la educación del país y más recientemente, la separación de familias inmigrantes encerrando a más de 500 niños entre los que se encontraban 21 infantes mexicanos.

Un día sin mexicanos, es catalogada por el autor como un falso documental que a través de la sátira relata cómo sería la vida en California si los mexicanos desaparecieran. Para los ciudadanos estadounidenses cualquier hispanohablante era considerado un mexicano peligroso que les quitaba el trabajo a sus compatriotas y además fomentaba la drogadicción.

La idea de hacer esta película le surgió a Arau cuando en 1994 se mudó a California y coincidió con la iniciativa 187 que estipulaba la negación de servicios médicos, sociales y de educación pública a inmigrantes. De tal forma que, en conjunto con su esposa, decidió primero hacer un corto que años después se convertiría en dicha película.

La película fue proyectada en la Cineteca Nacional en celebración de su 14 aniversario. Al final de la exhibición Sergio comentó que, si bien Donald Trump hace más explícitos sus deseos de colocar un muro, Barack Obama no se quedó atrás con el mayor número de deportaciones en la historia de Estados Unidos.

LEG