Desde aquel 1 de julio por la noche, cuando se tuvieron los avances del conteo electoral y de inmediato el reconocimiento de triunfo hacia el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, por parte de José Antonio Meade y, poco más tarde, de Ricardo Anaya, vimos condiciones de estabilidad en los mercados. Sin duda, ha venido ayudando también el compromiso del nuevo Gobierno de mantener la estabilidad macroeconómica que incluye un límite de deuda y déficit fiscal en 2019.

A los pocos días, también observamos la apertura e involucramiento indirecto de este nuevo Gobierno en lo referente a la negociación del TLCAN, la reunión con miembros del Gobierno de Estados Unidos y la designación de Jesús Seade para el seguimiento del mismo.
Los mercados financieros han mostrado mucha estabilidad. La Bolsa observando una reacción al alza apoyada también por reportes corporativos del segundo trimestre con resultados mejor a lo esperado tanto en ventas netas, como en flujo operativo y utilidad neta, en promedio. Hoy, el índice de la BMV opera cercano a los 50 mil puntos. Desde el inicio de junio, cuando tocó su menor nivel en casi 19 meses, ha registrado un rebote técnico de 12.2% logrando ya estar en terreno positivo en el año alrededor de 1.0%.

El peso mexicano con apreciaciones también en el orden de 12% habiendo alcanzado niveles mínimos en el mercado interbancario en 18.43, aunque ya ayer repuntó para situarse actualmente en 18.69.

Hemos visto entrada en la tenencia de inversionistas extranjeros en mercado de dinero. Con información al 31 de julio, han ingresado en el año dos mil 750 millones de dólares, en donde 50% de este nuevo ingreso se ha dirigido al mercado de Cetes, instrumentos gubernamentales y líquidos con vencimiento máximo de un año.

Momentos críticos de la negociación del TLCAN por el avance en temas muy relevantes para México hacia el mediano y largo plazo, que pondrá a prueba a la inversión directa en nuestro país como las reglas de origen en el sector automotriz, la resolución de controversias, abolir los capítulos 19 y 20, temas agropecuarios, patentes de farmacéuticas y la cláusula sunset (terminación cada cinco años), entre los principales.

El sector automotriz ha generado en el tiempo más de 2.5 millones de empleos y aporta casi 20% del PIB manufacturero y casi 4% del PIB nacional. Existen 11 estados que incluyen plantas de autos en el país.

Desde la crisis de 2008-2009, las ventas de carros en México han crecido más que el doble, y con respecto a la producción total nacional se ha incrementado más de 300%. De ahí la importancia del sector automotriz como parte de la infraestructura de nuestra economía.

Para el Banxico, la “calidad” del resultado de la negociación del TLCAN es muy importante para la estabilidad cambiaria y de la inflación, así como del ciclo de la economía.

Días críticos para mercados e inversionistas atentos al avance del TLCAN para nuestra nación.