Foto: Reuters La tarde de ayer, el abogado Iván Duque asumió como presidente de Colombia para el periodo 2018-2022. Sucede en el cargo a Juan Manuel Santos a sus 42 años, convirtiéndose en el mandatario más joven del país.  

Bogotá.– En lo que fue un llamado a la unidad nacional, el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, invitó ayer a sus compatriotas a hacer un gran pacto por el desarrollo y la equidad, durante su primer discurso como jefe de Estado para el periodo 2018-2022.

“Los invito a que todos construyamos un gran pacto por Colombia, a que construyamos país, a que construyamos futuro y a que por encima de las diferencias estén las cosas que nos unen”, destacó ayer en su discurso de casi 47 minutos pronunciado en la Plaza de Bolívar de Bogotá.

Esa tarea, agregó, debe convocar “a todos los colombianos, a los trabajadores, a los gremios, a los empresarios, a los sindicatos, a los partidos políticos, a las organizaciones sociales”.

Duque, que asume la conducción de un país altamente polarizado entre críticos y defensores del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 por su antecesor, Juan Manuel Santos, con la guerrilla de las FARC, indicó que es hora de superar esas divisiones y dar paso a la reconciliación.

“No dejemos que el odio interfiera en este propósito, no dejemos que nada nos distraiga del camino de la unión. No más divisiones de izquierda y derecha: somos Colombia; no más falsas divisiones entre neoliberales y socialistas: somos Colombia”, subrayó.

La tarea no se presenta fácil ya que Duque, del partido Centro Democrático, encabezado por el ex presidente Álvaro Uribe, tiene, desde que ganó las elecciones de mayo pasado con 10.3 millones de votos, la dura oposición de sectores de izquierda encabezados por Gustavo Petro, su rival en las urnas, que obtuvo 8 millones de votos.

Sobre la paz y la convivencia, Duque afirmó que recibe “un país convulsionado” por el asesinato de más de 300 líderes sociales en los dos últimos años, el crecimiento de los cultivos ilícitos y el aumento de las bandas criminales que se lucran del narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.

Por ello es necesario “devolverle el valor a la palabra del Estado” ya que muchos de esos problemas son causados por la ausencia del Gobierno en las regiones más remotas y convulsas del país.

Duque se refirió al acuerdo con las FARC, al que en campaña prometió hacerle los cambios que sean necesarios, y ayer afirmó: “También corregiremos fallas estructurales que se han hecho evidentes en la implementación”, al tiempo que aseguró que para las víctimas del conflicto armado habrá “reparación moral, material y económica por parte de sus victimarios”, sin impunidad.

Sobre la negociación con la otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Duque aseguró que evaluará los diálogos que se llevan a cabo en La Habana, porque hay la intención de avanzar pero para ello es necesario que ese grupo muestre voluntad de paz.

También se refirió a la necesidad de hacer del emprendimiento la base del progreso económico y social mediante apoyo a empresas de todos los tamaños para que generen “empleos de calidad”, tanto en las ciudades como en el campo.

LEG