Hay un refrán muy mexicano que dice que “el que nunca tuvo y llega a tener, loco se quiere volver’’.

La frase aplica para los nombramientos en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Pemex, hechos por Andrés Manuel López Obrador, que le han generado cualquier cantidad de críticas, incluso dentro de su propio grupo de fieles.

Nombrar a Manuel Bartlett al frente de la CFE fue casi un insulto para Cuauhtémoc Cárdenas, quien tiene tres décadas acusándolo de ser el facilitar del más grande fraude electoral en el país.

El tabasqueño incluso ignoró la opinión de Lázaro Cárdenas Batel, a quien le fue comunicada la decisión sobre ambas empresas.

El hijo del ingeniero Cárdenas salió descompuesto de la reunión que tuvo la semana pasada con López Obrador no porque no le hayan entregado la dirección de Pemex, como se dijo, sino porque le fueron adelantados los nombramientos con los que evidentemente no estuvo de acuerdo.

Bartlett es quizá el político más longevo en activo sobre el que pesan más acusaciones en su paso por la Secretaría de Gobernación, la de Educación y por la gubernatura de Puebla.

Todo eso no le importó al próximo presidente.

El asunto se puso más caliente cuando se conoció que el director de Pemex será un ingeniero agrónomo que se desempeñó como oficial mayor del gobierno de la capital de país cuando López Obrador la gobernó.

Se trata de Octavio Romero Oropeza, tabasqueño, amigo de López Obrador desde 1988, sin ninguna experiencia en el sector y quien será el encargado de aumentar la producción petrolera nacional de 1.9 millones de barriles diarios a 2.5 millones.

Las críticas que llovieron en redes y en los medios a esta decisión no le importaron al futuro jefe de Estado, quien aparentemente piensa que los 30 millones de votos que obtuvo le dan el respaldo social para dilapidar ese capital político en nimiedades.

Y eso que aún no sufre el desgaste del ejercicio del poder, sino apenas del calentamiento previo.

****

Aunque Samuel García e Indira Kempis festejan ya como senadores electos del Nuevo León por el partido Movimento Ciudadano, todo parece indicar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les tumbará el escaño.

Morena impugnó a los dos candidatos de MC por un evidente rebase de los topes de campaña.

Ambos candidatos utilizaron imágenes y marcas de personajes de película, y playeras del equipo de fútbol de los Tigres del Universitario de Nuevo León como elementos propagandísticos, lo cual configura un delito electoral.

El caso tiene como antecedente más reciente reciente las sanciones que impuso el Tribunal Electoral al partido Acción Nacional por haber usado sin permiso la marca “Foro TV”.

Estamos a días de conocer el fallo y de saber si las institiciones de justicia electoral juzgan con la misma vara que juzgaron al PAN el caso de García y Kempis.

****

Ahora que el Panal está a punto de perder su registro como partido nacional, ¿quién cree usted que está feliz?

Uno de los objetivos de los ex amigos de Nueva Alianza era precisamente esa, que no alcanzaran los votos suficientes para mantener el registro que consideran les había sido usurpado.

Por ahí por Polanco se escuchan unas risas…¿de quién serán?