Eso de rechazar el financiamiento público a los partidos es cuento chino.

Hasta que no se legisle en la ley una reducción drástica del dinero destinado a los partidos políticos, todas las declaraciones que se hagan sobre el particular es propaganda.

Los partidos pueden negarse a recibir el dinero que les corresponde, como hizo el PRI en el último trimestre del año para apoyar a los damnificados por los sismos.

Ahora Morena, la primera fuerza política del país, dice que los mil 400 millones de pesos que le corresponden de prerrogativas para el año siguiente “es mucho dinero’’, y que por ello planteará devolverlos o no cobrarlos.

En el supuesto de que Morena realmente tomara esa decisión, ¿de qué va a vivir el partido, si hasta ahora la propia legislación electoral limita el financiamiento privado a 10% de lo que sería el financiamiento público?

Cuando Felipe Calderón presidió el PAN, dijo que las prerrogativas que recibía el partido era mucho dinero, y prometió devolver a la Tesorería de la Federación los cheques.

Lo hizo una o dos veces, nada más.

Luego descubrió que el PAN necesitaba esos recursos.

Ningún mexicano estaría en desacuerdo con que los partidos no recibieran dinero público o, al menos, no en esas cantidades abrumadoras.

Pero no basta la declaración bienintencionada; Morena tiene los legisladores necesarios para cambiar la ley.

Ya veremos, pues, si va en serio o es oootra promesa de campaña.

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En junio pasado, el delegado en Cuauhtémoc, Rodolfo González, envió una carta al comandante de la 1.ra Zona Militar, Marco Antonio Álvarez Reyes, para solicitarle la instalación de una mesa de trabajo a fin de contener el incremento exponencial que ha tenido la delincuencia en la demarcación.

No se trata, precisa González, de militarizar las calles de la delegación, sino de aprovechar los recursos de información e inteligencia que tienen la Marina –con cuyos mandos se reunió hace algunas semanas-, la Policía federal y el Ejército.

La carta que envió el delegado al comandante Álvarez fue a petición de comerciantes, empresarios y ciudadanos que residen en la demarcación y que no pueden ya con el incremento de la delincuencia.

Los delitos que registran un incremento, según la misiva, son ejecuciones extrajudiciales, extorsión, tráfico de drogas, trata de personas y secuestro.

El delegado reconoce que carece de mando y cuerpos de seguridad para atender este grave problema, por lo que solicita la instalación de una mesa en la que concurran los tres órdenes de Gobierno.

La Policía Federal y la Marina ya dijeron que sí; sólo falta la respuesta del Ejército.

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Si la justicia en los partidos políticos existiera, el coordinador de los diputados de Morena en la próxima legislatura tendría que ser Mario Delgado.

El diputado electo fue ninguneado en el Senado, luego de que Marcelo Ebrard, del que fue secretario de Finanzas, cayera de la gracia del gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Con todo, resistió; incluso los embates de la que fue coordinadora de los senadores del PRD, Dolores Padierna, quien hoy le disputa, junto con Pablo Gómez, ser la cabeza de la fracción más numerosa en la Cámara de Diputados.

Delgado tendría que ser, sin consulta, el coordinador.