Foto: Archivo 24 horas Advierte Alito riesgo con interlocutores de AMLO  

¿Cuál crees que debe ser el camino del PRI?

-Desde su fundación como partido, el PRI ha tenido una gran capacidad de entender sus desafíos. La ruta para mí es clara: revisar, diagnosticar y renovar, bajo la premisa de la unidad partidista.
Tenemos que enfrentar los retos juntos, para hacer la transformación juntos. El desafío real es definir qué papel va a jugar cada uno de nosotros en la profunda reflexión que debemos hacer en el partido. Ha pasado el tiempo, los fundadores del partido hicieron su parte, y su rol fue determinante, pero hoy más que centrarnos en los fundadores, debemos de pensar en los herederos. Estoy convencido de que el camino del PRI es estando adentro, desde afuera se corre el riesgo de desconocer al partido y de juzgar sin mucha precisión. Claro que puede existir un debate público, pero nosotros no debemos estar ajenos a esa discusión.

 

¿A qué atribuyes la derrota del PRI?

-Creo que no se trata de repartir culpas, y más que una derrota veo una lección; una llamada de atención. Estoy a favor de una autocrítica allí donde haga falta, y el partido no está exenta de ella, pero perder no es una derrota, las derrotas tienen sentido cuando se deja de luchar. Considero que faltaron lecturas, y pasamos por alto algunas explicaciones que ayudaran a una mejor comprensión de lo que ha sucedido en el país en los últimos años. No creo que las personas piensen en su cotidianeidad en términos ideológicos, los ciudadanos actuamos por la manera en la que percibimos las cosas; si la mayoría apostó por un cambio, es tan legítimo, como los que se expresaron por la continuidad.

Mi opinión va encaminada a escuchar a todas las partes, y proponer un partido que incluya las versiones del país que se quiere construir. Me niego a quedarme con un análisis numérico porque es simplista y no ilustra, el estudio debería ser cualitativo, para entender y descifrar los mensajes, sólo así podremos corregir, y no pensando solamente en que sí corregimos vamos a recuperar, pensando también que lo que se corrija, no se repetirá.

 

¿Qué opinión tienes sobre la coordinación estatal de desarrollo que propone Andrés Manuel López Obrador?

-El concepto de “coordinación”, suena interesante, es valioso en términos de interpretación de trabajo conjunto, pero este formato de gobierno debe ser interpretado en fondo y forma. ¿Por qué lo digo? El trabajo coordinado es trascendental para la vida política y económica de México y sus entidades federativas, pero replantearlo conlleva una argumentación convincente. Se debe de explicar lo que motiva la medida, y que la razón que la origina sea proporcional a las consecuencias de la decisión.
Sobre la mesa está la autonomía de los estados, se puede trabajar coordinadamente entre los tres niveles de gobierno. El respeto se da, la confianza se gana y la lealtad se demuestra; si falla una, se pierden las tres. Hay que trabajar siempre pensando primero en Campeche y en México, no se trata sólo de una intención, es más profundo, habrá que hacer reformas constitucionales a los artículos 26, 40, 74, 79, 115, 116 y 134.

Desde hace más de 200 años México ha vivido un largo episodio en una búsqueda justificada de descentralización económica y política, y hay que escuchar todas las voces que puedan interpretar con certeza la propuesta de centralizar el gobierno. Reconozco que el Presidente Enrique Peña Nieto ha dado pasos muy importantes para que Campeche sea retribuido y los campechanos estamos muy agradecidos con su respaldo incondicional a Campeche. Nuestro estado ha sido fundamental para el desarrollo de México en los últimos 40 años, y durante décadas habíamos buscado que la federación sea recíproca con nuestra aportación.
Estoy a favor de la austeridad que se plantea; la respaldo, pero debemos de cuidar que esto no se traduzca en desmantelamiento de las instituciones que tanto tiempo ha tomado construir. Advertir que hay que revisar la eficiencia de este modelo es razonable, pero asegurar, con anticipación, que lo construido hasta aquí se debe desechar, puede ser precipitado.

 

¿Se pueden entender esas coordinaciones como gobiernos paralelos?

-Las interpretaciones pueden ser y son muchas, y no existe una idea concluyente. Hay que saber administrar las victorias para no crear poderes excepcionales a personas que no pasaron por las urnas. El sistema político mexicano reconoce el poder de los ciudadanos para elegir a sus representantes, las elecciones son útiles para legitimar a las autoridades electas, ya sea a un Presidente, a un gobernador o un alcalde. Hay un riesgo de transferir cuotas de poder a ciudadanos que no fueron elegidos por los ciudadanos. El Gobierno federal tiene y tendrá el derecho de elegir a sus interlocutores, y los gobernadores no tendríamos que objetar esto, siempre y cuando ocurra en un marco de respeto a las autonomías en cada nivel de gobierno, como está diseñado en nuestro órgano constitucional. En el Estado federal, el poder político se integra funcional y territorialmente, en dos direcciones: como poder federal y como poder de las entidades federativas; esa es la esencia del pacto federal vigente.

 

¿Hay preocupación sobre los empleos que se perderán con relación a esta decisión?

-Preocupación sí, es natural, estoy seguro de que el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, candidato ganador de la eleccion presidencial y próximo Presidente de México, tiene respuestas para contener un efecto masivo de desempleo en las dependencias federales. Pero sí hay inquietud e incertidumbre en los empleados del nivel federal, posiblemente originado porque no ha trascendido la forma en la que se pretende impulsar este criterio de desaparecer delegaciones federales, y cada quien se construye una versión de cómo ocurriría esto. En el país existen más de un millón 600 mil empleados del nivel federal; en Campeche poco más de cuatro mil. Es comprensible que se calcule la repercusión que tendrá esta medida en el hogar de miles de familias en el país.

 

¿Pierden fuerza política los gobernadores?

-No deberíamos personalizar el poder, la fuerza no debe estar al lado de los gobernantes, sino del lado de la razón. No lo veo en términos de perder, mantener o ganar poder, la construcción de México es responsabilidad de todos los que tenemos el honor de tomar decisiones en cualquier nivel de gobierno. No se puede perder lo que se ha ganado, y reitero la idea de que los gobernadores fuimos electos por los ciudadanos. Nuestra contribución al nuevo diseño gubernamental será crucial, y en Campeche propuestas como la de la construcción de una refinería en Atasta y la de instalar en Ciudad del Carmen las oficinas centrales de Pemex son bienvenidas; facilitaremos todo lo necesario para que se hagan realidad. Campeche es un gran estado y siempre estará primero, y sí Campeche va por delante siempre serán positivos los acuerdos.

 

¿Qué opinión tienes sobre el poder absoluto que tendrá López Obrador?

-El virtual Presidente electo obtuvo una victoria contundente en las urnas, y su triunfo no tiene otra lectura que un gran respaldo popular. El llamado al Poder Legislativo es a construir el mejor México posible, privilegiando el debate, el consenso y los acuerdos, y cada uno proponer lo que considere más útil para contribuir a esa construcción. Sí le va bien al Presidente, le irá bien a todos los mexicanos, y prefiero quedarme con la idea de que todo futuro merece ser mejor. El virtual Presidente electo y su partido buscarán estar a la altura de las expectativas que crearon durante la campaña y en ese empeño se necesita de la voluntad y el compromiso de todos. Los campechanos le brindaron su confianza a Andrés Manuel y esperan reciprocidad, él entiende bien las necesidades del sureste del país, y estamos seguros de que responderá con hechos al apoyo popular que recibió en nuestro estado.

¿Será presidente del PRI?

-Mi compromiso es trabajar por los campechanos y por México.