FOTO: REUTERS Víctimas. Los menores de edad afectados por las guerras van en aumento.  

Alerta. Reportan que 10 mil menores de edad fueron asesinados o mutilados durante 2017

Los niños afectados por conflictos armados en el mundo, así como la gravedad de las violaciones a sus derechos van en aumento, de acuerdo con el más reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el tema.

“El número de violaciones de los derechos de los niños aumentó de 15 mil 500 en 2016 a 21 mil, de las que 6 mil fueron cometidas por autoridades gubernamentales y 15 mil por otros grupos”, precisa el documento presentado ayer.

La ONU advirtió que se está produciendo un gran aumento del número y la gravedad de los ataques contra niños en las guerras, así como de su uso como combatientes.

Se trata, señala la ONU, de un aumento «inaceptable» y una muestra del «total desprecio» que muchos grupos armados muestran por la protección de los menores.

Más de 10 mil niños fueron asesinados o mutilados durante 2017, con un fuerte crecimiento de las cifras en Irak y Birmania y con niveles aún muy elevados en Afganistán y Siria. En el caso sirio, el número de violaciones de los derechos de los menores documentados fue el más alto registrado nunca en el país.

La ONU destacó el sufrimiento infantil en conflictos como los de la República Centroafricana, Sudán del Sur o la República Democrática del Congo, donde se multiplicaron por ocho los ataques contra escuelas y hospitales. También en Nigeria, donde destaca el uso de niños como “bombas humanas” por parte del grupo terrorista Boko Haram.

Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su indignación por el aumento significativo de los ataques contra niños, según una declaración de su portavoz, Stéphane Dujarric.

El secretario advirtió que los menores también se ven afectados “por otras violaciones verificadas”, entre ellas el reclutamiento y el uso de niños por fuerzas y grupos armados, la violencia sexual y los ataques contra escuelas y hospitales.

En ese sentido, recordó a las partes en conflicto “su responsabilidad de proteger a los niños, de conformidad con las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos”, y consideró que la mejor manera de abordar esta “terrible situación” es promover soluciones pacíficas a las confrontaciones.

La representante especial de la ONU para los niños y los conflictos armados, la argentina Virginia Gamba, destacó el aumento de este tipo de tácticas por parte de Boko Haram.

En muchos casos, tras secuestrar a niñas, los terroristas les colocan chalecos con explosivos y las devuelven a sus poblados para que la explosión golpee a los familiares. Pese a las cifras, el Secretario General afirmó que en 2017 se vieron también resultados positivos, con más de 10 mil niños liberados de las filas de grupos armados.