Cero tolerancia. Mantiene política antiinmigrante y seguirán presentando cargos criminales contra los adulto que entren irregularmente por la frontera con México
Luego de las múltiples críticas dentro y fuera de EU, Donald Trump ordenó detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres y ahora los llevarán junto con sus familiares a los centros de detención, pues continuará con la captura de indocumentados, como parte de su política de cero tolerancia.
A la larga lista de artistas, empresarios, legisladores y gobiernos de varios países, así como organismos internacionales y miembros de la sociedad civil que condenaron la decisión de aislar a los menores inmigrantes y llevarlos a albergues donde los mantenían dentro de jaulas, ayer se sumó el Papa Francisco, quien hizo un llamado al Gobierno de EU para que dejara de separar a las familias migrantes.
Horas después el Presidente de EU firmó una orden ejecutiva que permitirá que los niños que cruzan la frontera con México junto a sus padres de forma ilegal se queden con ellos en centros de detención de inmigrantes durante un plazo.
“No nos gusta ver a las familias separadas. Al mismo tiempo, no nos gusta que la gente entre ilegalmente en nuestro país. Esto resuelve el problema”, dijo Trump en declaraciones a periodistas en el Despacho Oval durante la firma del documento.
“No me gustaba ver a las familias separadas ni los sentimientos que eso provoca”, aseguró el mandatario, quien añadió que la firma del decreto conllevará que haya “mucha gente feliz” en el país.
Sin embargo, el Gobierno de Trump planea mantener la política de “tolerancia cero” contra la inmigración que provocó la separación de las familias.
“Mantendremos una frontera poderosa y seguirá habiendo tolerancia cero. Hay tolerancia cero para los que entran ilegalmente”, dijo.
Esa política, inaugurada en abril, obliga a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, lo que hasta ayer provocaba que se le separara de los niños con los que viajara, que pasaban a la custodia del Gobierno federal.
Ahora, los padres serán llevados junto a sus hijos a centros de detención de inmigrantes, lo que probablemente generará demandas contra la Casa Blanca porque contraviene un acuerdo al que el Gobierno estadounidense se comprometió en 1997.
Ese acuerdo, conocido como “Flores”, establece que los menores detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante un máximo de 20 días.
El Ejecutivo del ex presidente Barack Obama (2009-2017) incumplió ese acuerdo cuando se produjo en 2014 una llegada masiva de menores procedentes de Centroamérica, lo que desató un litigio que llevó a un juez federal a determinar, en 2016, que el límite de 20 días debía respetarse y aplicarse tanto a los niños como a sus padres.
Trump, que hasta ahora había defendido que el único que podía acabar con la separación de las familias era el Congreso, aseguró que sigue trabajando para lograr una “legislación exhaustiva” que afronte sus prioridades en materia migratoria.
“Conseguiremos tener el muro” con México, garantizó.
Llueven críticas
Increpan a Nielsen en restaurante
Un grupo de personas increpó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un restaurante de comida mexicana en Washington por la política de antiinmigración que dirige en la administración de Donald Trump.
Así se observa en un video difundido en redes sociales, donde los inconformes le lanzan consignas y le gritan ¡sin vergüenza!
A penas el lunes pasado Nielsen afirmó que el Gobierno no pediría “disculpas”, ante la polémica desatada por la separación de menores de sus familias tras cruzar ilegalmente la frontera.
“Este gobierno tiene un mensaje sencillo: si cruzas la frontera de manera ilegal, serás procesado”, agregó la funcionaria ese día.
En los últimos días han aparecido reportes e imágenes de la dramática situación de estos menores, alojados en almacenes reconvertidos en centros de detención temporal y en algunos casos ubicados dentro de recintos divididos a modo de jaulas.
El gobierno de EU defendió su política de cero tolerancia, anunciada en abril por el fiscal general, Jeff Sessions e implementada por Nielsen.