Dos acciones en un mismo movimiento: a partir del anuncio de este martes, Julen Lopetegui aumenta sustancialmente el volumen de gente deseosa de que su selección española fracase en Rusia 2018, al tiempo que anticipa la causa que será apuntada ante todo fracaso.

No importa que resulte por demás común para un seleccionador el definir a qué club dirigirá al cabo de la Copa del Mundo (pensemos, por ejemplo, en Louis van Gaal confirmado como DT del Mánchester United antes de iniciar su participación en Brasil 2014 con Holanda). Lo de Lopetegui se complica por un par de razones; la primera es menor, que recién había ampliado su vínculo hasta 2020, marchándose previo pago de la cláusula de penalización; la segunda es inconmensurable, que en el fondo se trate del Real Madrid.

La selección española se ha relacionado con el Real Madrid desde tiempos remotos (vale la pena decir que no de origen, cuando se conectaba más con los futbolistas vascos). Un camino extraño, porque su gran gloria ha llegado con base notablemente barcelonista, mas siempre con un merengue como líder y capitán.

Por supuesto que la polarización no ha sido siempre tan compleja como en la actualidad. Al ya de por sí ríspido estado de confrontación que dejó la era Mourinho-Guardiola, se han añadido nociones políticas muy explosivas, con lo que algunos de aquellos catalanes que optaban por continuarse sintiendo representados por el cuadro hispano, quizá lo piensen dos veces de cara al Mundial.

Luego viene el tema de los seleccionados de uno u otro cuadro. Se parte de la premisa de que Lopetegui decidirá lo mismo que hubiera decidido de no firmar con el Madrid, aunque se buscarán aristas en cada paso: si eligió a uno por encima de otro, si priorizó a tal y no a cuál, si se desenfocó él o sus pupilos.

Podemos estar convencidos de que nada ha cambiado en el fondo, mas sí en la forma: el equipo que aspiraba a representar a todos en esa especie de país de países que es España, hoy tiene más complicada su misión; cuantos odian al Madrid, que no son pocos, desde ya se aproximarán distinto a la Furia Roja.

Al tiempo, es posible analizar el otro lado, con la soberbia oportunidad que se le ha presentado: uno de los banquillos más deseados del planeta, con ese historial, con ese plantel, con esa infraestructura, con ese presupuesto. ¿Cuántos habrían dicho que no, por muy firmada que tuvieran su ampliación? No demasiados.

España terminará por hacer en Rusia 2018 lo mismo que hubiera hecho sin tal anuncio a un par de días de la apertura. Cosa diferente, cómo se reaccione: ante lo positivo y ante lo negativo.

Lopetegui se cayó en la trinchera más escabrosas del planeta futbol, cuando pretendía alzar una bandera en nombre de todos los españoles.

Twitter/albertolati

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