FOTO: CUARTOSCURO Estadística. Ejercicios que se realizan actualmente abarcan de mil a dos mil personas, con una confiabilidad de hasta 95%; con dos decenas de miles llegaría a un límite de 99%  

Estadística. Ejercicios que se realizan actualmente abarcan de mil a dos mil personas, con una confiabilidad de hasta 95%; con dos decenas de miles llegaría a un límite de 99%

Para alcanzar un resultado óptimo, con una confiabilidad de 99%, las encuestas electorales nacionales deberían entrevistar al menos a 23 mil personas, según un artículo publicado por la Revista Ciencias, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La publicación escrita por Conrado Ruiz Hernández, investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM, señala que, en la mayoría de países y a lo largo de la historia, las encuestas electorales utilizan una muestra standard que abarca de mil a dos mil personas, sin importar el tamaño de la población representada.

Dicha muestra, de acuerdo con el artículo denominado Entre encuestas, números grandes y tamaños de muestra, tiene una confiabilidad de hasta 95%: “por lo tanto, hay que tener cuidado al leer encuestas o escuchar sus resultados. No hay que olvidar que son indicadores, señalan hacia algo, se acercan, pero no son datos definitivos o que sea seguro que ocurran”.

El estudio, aparecido en el n. 88 de la Revista Ciencias, en 2007, concluye que una muestra óptima, con confiabilidad de 99%, tendría que basarse en entrevistas a 23 mil 870 ciudadanos.

Escenarioactual En el marco del actual proceso, el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene registro de la publicación de más de 300 ejercicios demoscópicos, la mayoría para medir las intenciones de voto de los comicios para Presidente de la República.

La actual legislación electoral obliga a las casas encuestadoras a entregar al INE el estudio completo, es decir, metodología y muestra de las encuestas que se publiquen por cualquier medio; el incumplimiento es causa de una sanción económica por parte del INE.

Los encuestadores también reconocen que, además de la metodología, se enfrentan a otras problemáticas como la violencia, presencia del narcotráfico y apatía ciudadana, que impiden realizar encuestas en zonas del país.

“La violencia que hay en el país hace que amplias zonas sean imposibles de ser encuestadas; hay apatía enorme también por amplios segmentos que hacen que cada vez el trabajo demoscópico se complique más y el tener muestras representativas sea cada vez un ejercicio más complejo”, dijo el presidente del Grupo Nodo, Luis Woldenberg, durante el foro El Papel de las Encuestas, celebrado el 30 de mayo pasado y en el que participaron diversas casas encuestadoras.

Respecto a los ejercicios de intención de voto, Marcelo Ortega, presidente del Colegio de Especialistas en Demoscopia y Encuestas, consideró que las empresas dedicadas a ese sector “no hacemos predicciones, las encuestas no sustituyen a las elecciones, las encuestas no votan, son los ciudadanos los que deciden, ninguna elección se gana o se pierde a base de encuestazos y, sobre todo, ninguna encuesta es un certificado de mayoría o un acta de defunción”

 

JNO