Al cierre de abril, la inflación en México registró su menor nivel en 16 meses al ubicarse en 4.55% anual ante una mayor estabilidad en los precios agrícolas, ligera baja mensual en el ponderado de energéticos, así como aumentos modestos en tarifas autorizadas por el gobierno.

Por su parte, los precios al productor han mostrado ya movimientos más estables dentro de la zona objetivo por el Banxico. Se ubicaron en 4.0% anual ante aumentos en los precios de la construcción y alimentaria. Su mínimo registro en marzo fue de 3.24%.

Hemos sido reiterativos que la base estadística está ayudando en estos meses a la desaceleración registrada que poco a poco pudiera llevar los precios hacia el rango de 3 +/- 1% estimado por el Banxico.

Entre los energéticos vemos el precio del gas que a nivel internacional se ha estabilizado y puede equilibrar la presión al alza que pudieran tener los costos de la gasolina ante el incremento del precio del petróleo, que alcanza su nivel más alto desde noviembre de 2014 hasta la fecha, y el movimiento de alza del tipo de cambio de las últimas dos semanas, aunque ayer logró recuperar un poco de terreno.

Nuestra visión es que la inflación empezará a estabilizarse entre 4.30 y 4.70% en los siguientes meses, es decir, su descenso perderá fuerza.

Éste es un punto favorable en relación al análisis de decisión del Banxico, que la próxima semana tendrá la reunión de política monetaria. Los otros temas restantes son, por un lado, la decisión de la Fed que en junio subirá la tasa de interés ante un riesgo de inflación allá en Estados Unidos y la presión de la curva de las tasas de interés en ese país.

Por otro lado, el movimiento del tipo de cambio y el riesgo hacia una transferencia de precios. En ese sentido, el peso mexicano está con una apreciación cercana a 2.0% en lo que va de

2018. Sin embargo, en las últimas semanas se ha venido presionando, situación que desde nuestro punto de vista representa una señal de “alerta” para el Banco Central, pero que no será suficiente para que en mayo tenga que subir la tasa de interés.

Es muy probable que el Banxico espere hasta junio el siguiente aumento, previo también al momento de la decisión electoral del 1 de julio.

Precios del petróleo

La decisión de Estados Unidos de salir del acuerdo nuclear está creando un reajuste en la producción diaria de crudo. Hasta antes de la decisión, Irán produce y vende 3.8 millones de barriles diarios, que ahora tanto Arabia Saudita como Rusia aprovecharán en el mercado que viene teniendo Irán, el cual representa 11.8% de la producción de la OPEP y 3.9% de la producción total global.

Este momento se suma a la expansión económica que siguen teniendo Estados Unidos, China, Europa y economías emergentes en donde se ha incrementado la demanda de crudo.

De manera técnica, el precio del West Texas Intermediate (WTI) podrá llegar a una zona de 74.5 a 76.0 dólares que representa aún un espacio de aumento de otro 5% aproximadamente. Hasta el momento, los precios del petróleo han subido entre 15 y 18% en lo que va de 2018, aunque nuestra mezcla mexicana avanza más lento 12.3%.

La pregunta es si este incremento afectará en los siguientes meses a la inflación global y el riesgo de alza en las tasas de interés, especialmente a Estados Unidos. La expectativa es que termine el año con una inflación al consumidor del orden de 2.5% y que la Fed aumente aún dos a tres veces la tasa en lo que resta del año.