Foto: EFE Transición. Raúl Castro entregó la Presidencia a Miguel Díaz-Canel, elegido por el Parlamento.  

Miguel Díaz-Canel se convirtió ayer en el nuevo Presidente de Cuba con la única promesa de garantizar la continuidad de la Revolución y el legado de la generación histórica, sin prescindir de su mentor, Raúl Castro, quien seguirá a la cabeza de las decisiones más trascendentes para el país.

Díaz-Canel fue proclamado Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros por la Asamblea Nacional de Cuba, tras resultar elegido en la sesión del Parlamento en La Habana con los votos de 603 diputados de los 604 presentes, lo que representa un 99.83% de apoyo.

El parlamento ratificó también el resto de la candidatura al Consejo de Estado (máximo órgano de gobierno del país), cuyo primer vicepresidente es el veterano Salvador Valdés Mesa, también designado para el mismo cargo en el futuro Consejo de Ministros que será integrado en julio.

Díaz-Canel estrenó su Presidencia, y con ella la etapa poscastrista, leyendo un discurso de media hora, cuyos ejes centrales fueron su apuesta por la continuidad, la exaltación del legado de la generación histórica y una extensa glosa dedicada a su antecesor.

Sin anunciar medidas concretas para el país, subrayó que el mandato “del pueblo” a la nueva generación que toma el relevo es “dar continuidad a la Revolución en un momento histórico crucial”.

La nueva etapa, dijo, estará marcada “por todo lo que logremos avanzar en la actualización del modelo económico y social”.

Con expresiones similares a las empleadas por Raúl Castro en sus discursos, el nuevo presidente dejó claro que en su mandato “no habrá espacio para los que aspiran a una restauración capitalista” y que la misión es seguir perfeccionando el socialismo.

En su primer discurso como presidente, Díaz-Canel rindió homenaje tanto a Fidel Castro como a los “históricos” (algunos de cuales se mantienen en su gobierno) y elogió el perfil y la obra de Raúl Castro.

“El compañero Raúl, como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y futuro de la nación”, aseguró.

Según anunció ayer el propio Castro, su sucesor al frente del Gobierno también lo será en el PCC en 2021, cuando culminaría el traspaso de poder a la nueva generación de dirigentes.

El continuismo también marcará la política exterior de Díaz-Canel, quien ratificó que se mantendrá “inalterable” y recalcó que Cuba no hará concesiones contra su soberanía e independencia, y no cederá a amenazas o presiones.

Sin citarlo, aludió EU como “el poderoso vecino imperialista” al que advirtió que en Cuba no hay lugar “para una transición que desconozca o destruya el legado de tantos años de lucha”.

El nuevo presidente tiene por delante numerosos retos, entre ellos continuar el inconcluso plan de reformas económicas e institucionales impulsadas por su antecesor, así como una reforma de la Constitución para adaptarla a los cambios que ha vivido el país en los últimos años.

En EU, los exiliados cubanos coincidieron en calificar como una “farsa” el relevo en la Presidencia cubana, mientras que el Gobierno estadounidense, através del Departamento de Estado, demandó a Díaz-Canel terminar con la represión en la isla.

El presidente Donald Trump sólo dijo que se seguirá “ocupando” de Cuba.

El nuevo presidente recibió el respaldo de varios Gobiernos aliados como Venezuela y Rusia.

Los mejores deseos de éxito a la Asamblea de Cuba y al Presidente Miguel Díaz-Canel en su nueva gestión

Enrique Peña Nieto
Presidente de México

 

Xavier Rodríguez

 

 

 

JNO