Foto: Especial Polarizados. Miembros del Parlamento se confrontan, mientras miles protestaron en Barcelona  

El ex Presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, fue arrestado ayer en Alemania, tras casi cinco meses de permanecer prófugo de la justicia de España y a 48 horas de que se activara una euroorden de captura, lo que generó protestas y confrontaciones en la comunidad autónoma.

Tras su arresto cuando cruzaba la frontera alemana en coche desde Dinamarca rumbo a Bélgica, donde tiene fijada su residencia, la Justicia alemana abrirá una investigación para determinar si accede a entregar a Puigdemont, procesado el viernes por el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena por los delitos de rebelión y malversación.

Horas después de la captura de Puigdemont, el presidente del Parlament, el independentista Roger Torrent, reprobó la acción vía Twitter y a través de un mensaje televisado dirigido a la ciudadanía catalana.

“Estamos viviendo en los momentos más oscuros de la democracia y los derechos fundamentales en Cataluña y en España desde 1978. Estamos en un contexto de regresión democrática sin precedentes”, fustigó en un tuit.

Además en su mensaje televisado proclamó que “ningún juez, ningún Gobierno, ni ningún funcionario tiene la legitimidad para cesar, y aún menos para perseguir, al presidente de todos los catalanes”, en referencia al ex jefe del Ejecutivo catalán, detenido en Alemania.

Y anunció que buscará conformar un fernte unitario para responder a las medidas judiciales.

Declaraciones que fueron criticadas por la diputada constitucionalista Inés Arrimadas, del partido Ciudadanos, el que logró más votos en la pasada elección para renovar el Parlamento.

“Torrent hace un mitin independentista que alimenta la confrontación y excluye a los catalanes que no tienen sus ideas. No quiere entender cuál es su papel ni qué supone ser Presidente del Parlament”, escribió Arrimadas también en su cuenta de Twitter, minutos después de las declaraciones de Torrent.

Al mismo tiempo, miles de catalanes salieron a las calles a manifestarse en contra de la detención de Puigdemon, lo que dejó enfrentamientos con policías, decenas de heridos y, al menos, tres detenidos.

Según fuentes de la Guardia urbana de Barcelona, alrededor de 55 mil personas se manifestaron en la capital catalana en la protesta contra la detención de Puigdemont.

Además, grupos de independentistas cortaron varias carreteras de Cataluña o entorpecieron la circulación por ellas.

También miles de independentistas se concentraron ante la representación de la Comisión Europea (CE) en Barcelona para pedir la libertad de Puigdemont y los dirigentes independentistas presos y se desplazaron al consulado de Alemania.

Los concentrados en Gerona, ciudad de la que fue alcalde Puigdemont, pintaron de amarillo la fachada de la subdelegación del Gobierno central y descolgaron la bandera de España. También la organización independentista juvenil anticapitalista Arran marcó con letreros de “fascista” la casa que el juez que investiga el proceso independentista, Pablo Llarena, tiene en la localidad de Das (Gerona).

Lo que viene para Puigdemont

– Alemania deberá estudiar la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) para decidir si lo extradita a España.

– Está acusado en España de rebelión y malversación de fondos públicos en relación con el proceso de independencia ilegal iniciado en la región española de Cataluña en 2017.

– En caso de que Puigdemont admita la euroorden, la extradición se realizará en un plazo de 10 días
– Si se opone, se abrirá un procedimiento en el que un juez alemán deberá escuchar al ex presidente regional catalán y tomar una decisión en un máximo de 60 días, prorrogables a 90.

JNO