Nuestro sistema de procuración de justicia está colapsado, desde mucho antes de los terremotos de septiembre.

 

Desde hace tres años debería de haber un fiscal general en sustitución del procurador general de la República.

 

No tenemos fiscal ni procurador, sino un reservista que de entrada se volvió sospechoso al destituir a un aparente incómodo fiscal contra Delitos Electorales.

 

No hay un fiscal anticorrupción, que debía haberse nombrado hace meses, y ahora tampoco hay un fiscal contra los Delitos Electorales.

 

Lo peor de todo es que no hay a la vista elementos que pudieran prever que pronto los nombramientos se destrabarán en el Senado y la Cámara de Diputados.

 

En el caso del fiscal general, hasta el presidente Peña sugirió dejar el nombramiento hasta pasadas las elecciones federales del próximo año.

 

Es decir, que le correspondería a quien resultara ganador designar a una terna de la que saldrá el fiscal general.

 

Pero no hay nada sobre el fiscal anticorrupción; el PAN denunció en su momento que el PRI les había propuesto una especie de trueque: a cambio de que aceptaran a Raúl Cervantes como fiscal general, ellos podrían decidir quién sería el fiscal anticorrupción.

 

Perooo, el trueque tenía truco: designaban al fiscal, mas éste tendría que estar supeditado a las órdenes del fiscal general, es decir, no sería autónomo ni financiera ni administrativamente, como quieren los panistas.

 

Rechazado el acuerdo, renunciado Cervantes y con la discusión de los temas presupuestales agendados en el número uno, parece que el suplente del procurador terminará el sexenio.

 

Y del fiscal contra Delitos Electorales ni qué decir.

 

La oposición tiene 10 días, contados a partir del viernes, para impugnar la destitución de Santiago Nieto.

 

La ruta legislativa, sin embargo, no es sencilla.

 

¿Llegaremos a las elecciones sin fiscal contra los Delitos Electorales?

 

 

 

Es la Junta de Coordinación Política –que preside la priista Ana Lilia Herrera Anzaldo- la que deberá aprobar la convocatoria para que comparezcan tanto el fiscal destituido como el encargado de despacho en funciones de procurador, Alberto Elías Beltrán.

 

Hasta el cierre de este espacio, pese a que la oposición había anunciado que pediría una reunión urgente de la Jucopo, ésta no se había realizado y no se tenía información sobre una posible fecha para tratar el despido del fiscal.

 

Una vez que la Jucopo cite a ambos personajes, por separado, desde luego, tendrá que venir lo que los legisladores llaman “un periodo de reflexión’’ de las bancadas y, como acto final, la votación en el pleno senatorial para votar restitución o destitución.

 

Para lograr la restitución de Nieto se necesita el sufragio mayoritario de los senadores presentes en la sesión.

 

Las fuerzas están divididas: PRI y sus rémoras suman 63 votos, en tanto que la oposición suma 65; claro, si es que van todos y a ninguno de los senadores les duele la panza o se acordaron que dejaron los frijoles en la lumbre y se salen para no votar.

 

 

 

Ricardo Monreal ya dijo que no irá de candidato del PRI por la Jefatura de Gobierno de la CDMX; tampoco lo hará por la vía independiente.

 

O sea que parece que los astros se alinean para que o se concrete su alianza con el Frente Ciudadano o recibió señales de lo alto de que hay un chance, pequeño pues, pero chance al fin, de que López Obrador recule de su decisión.

 

Mmm, podría ser.

 

 

 

caem