México cuenta con un Bono Catastrófico Fonden 2017 por 150 millones de dólares, unos dos mil 661 millones de pesos al tipo de cambio actual, para atender las afectaciones causadas por el terremoto de 8.2 grados en Oaxaca y Chiapas, si el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) determina que el evento sísmico cumple con los parámetros establecidos en el contrato.

 

De acuerdo a la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la entidad estadounidense tiene un plazo de dos meses para evaluar los parámetros relevantes a considerar como intensidad (magnitud en escala Richter), ubicación (latitud/ longitud) y profundidad del epicentro del terremoto.

 

“Para el caso de sismo, se cubre a los estados con alta sismicidad, como: Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Chiapas, Morelos, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Baja California Norte, entre otros”, precisa una respuesta de la secretaría obtenida vía correo electrónico.

 

La emisión del bono se llevó a cabo a principios de agosto, a través del Banco Mundial, por un total de 360 millones de dólares. De este monto, 150 millones de dólares son para sismo, 100 millones de dólares, para huracán en el Atlántico y 110 millones, si el meteoro ocurre en el Pacífico.

 

El bono protege financieramente al Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, por lo que las indemnizaciones se pagarán directamente a este instrumento, “permitiendo fortalecer el esquema actual de reparación, reconstrucción y atención a la emergencia”.

 

Por el sismo del jueves pasado, que ha dejado considerables daños en Oaxaca y Chiapas, “la SHCP ya detonó el proceso de evaluación para determinar si los parámetros cumplirán con los criterios de detonación”, puntualizó.

 

Según el reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro del terremoto del viernes se localizó a 165 kilómetros (102 millas) al oeste de Tapachula, en el estado de Chiapas, a 69.7 kilómetros (43.31 millas) de profundidad. La magnitud fue de 8.1 grados, ligeramente mayor al de 8.0 de 1985 y que devastó la Ciudad de México.

 

Un análisis de Moody’s publicado este martes, el terremoto no tendrá un impacto significativo en la actividad económica, y el valor monetario de los daños materiales probablemente sea bastante limitado, si se compara con los causados por el terremoto de 1985, cuando fueron de 2.4% del PIB en ese momento.

 

“Los estados más afectados se encuentran entre los más pobres del país, con niveles de ingresos inferiores a 50% de la media nacional. Juntos, Oaxaca y Chiapas representan sólo 7.6% de la población de México y 3.3% de su PIB”, precisó la calificadora.

 

Carece Chiapas de seguro catastrófico estatal

Chiapas es más vulnerable que Oaxaca a problemas de liquidez debido a que carece de un seguro para desastres naturales que le garantice acceso inmediato a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) por 50% de las obras y las labores de reconstrucción en la entidad, advirtió Moody’s.

 

Con los ajustes a las reglas del Fonden primero se redujo a 75% y luego a 50% la aportación que cubre el Gobierno federal, por lo cual la nueva Ley de Disciplina Financiera establece que las entidades deben contratar su propio seguro catastrófico.

 

En julio pasado, Oaxaca, Hidalgo y Colima, de manera conjunta, y la Ciudad de México contrataron un seguro contra desastres naturales al adherirse a un programa de asesoría técnica por parte de la Secretaría de Hacienda.

 

De acuerdo con la calificadora, Oaxaca y Chiapas están expuestos a presiones de liquidez debido a significativos costos de reconstrucción en relación con sus limitados recursos.

 

caem