Automovilistas capitalinos se vieron sorprendidos ayer ante la inesperada apertura del túnel de Mixcoac-Insurgentes.

 

Jorge, repartidor de mensajería, quien todos los días se traslada a bordo de su automóvil (un promedio de tres o cuatro veces) de Rio Churubusco a Revolución y viceversa, aseguró a 24 HORAS que ayer, a las 6:00 horas, se percató de que había letreros electrónicos que indicaban que el Deprimido de Mixcoac ya se encontraba en operación.

 

“A la altura de Universidad me di cuenta de los letreros que indicaban que el túnel estaba en operación; a esa hora, estaba muy fluido el avance vehicular. Cuando iba a la altura de Calle Dos vi la sorpresa de otros automovilistas ante la apertura, incluso algunos se querían incorporar (de último momento)”, detalló.

 

Afirmó que al ingresar al túnel hizo apenas 10 minutos hasta avenida Revolución.

 

Sin embargo, el automovilista de 32 años aseguró que, a las 8:00 horas, volvió a utilizar el deprimido, esta vez de regreso, y entonces notó un asentamiento vehicular.

 

“Los conductores parecían confundidos, no tenían noción de donde estaban las incorporaciones ni las salidas. Me parece que no hubo una buena divulgación de información por parte del Gobierno, mucho menos de la apertura; me tomó totalmente de sorpresa”, puntualizó.

 

Debido a los asentamientos viales registrados en las inmediaciones y al interior del túnel, policías de tránsito de la Ciudad de México se presentaron en el lugar para desahogar el flujo vehicular.

 

Un policía de tránsito que llevó a cabo maniobras de vialidad para mejorar el avance vehicular, confirmó que los automovilistas tenían muchas dudas sobre las incorporaciones del túnel y sus salidas.

 

En una entrevista para 24 HORAS, el agente declaró que parte del asentamiento vehicular en el túnel se debió a que todos los conductores de la zona se querían incorporar al deprimido por curiosidad, más que por necesidad.

 

caem