HOUSTON.- Las inundaciones por el huracán Harvey en la costa sureste Texas, obligarán a 30 mil personas, por lo menos, a buscar refugio durante los próximos días en albergues acondicionados, en casas de amigos y familiares o en hoteles de ciudades del interior de la entidad, estimaron las autoridades.
Houston, la cuarta ciudad más grande del país, enfrenta inundaciones sin precedentes. El alcalde Sylvester Turner informó que la mayoría de las calles principales de la ciudad están anegadas.
La policía, el cuerpo de bomberos y otros equipos de servicios de emergencia han rescatado a unas 2 mil personas, pero miles más esperan recibir ayuda atrapadas por el agua en sus casas.
“El objetivo es el rescate”, dijo el alcalde ayer en rueda de prensa.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de EU advirtió que los remanentes de Harvey se mantendrán sobre el área y generarán lluvias adicionales durante toda la semana, amenazando con incrementar aun más los niveles de los ríos lo que ocasionará inundaciones de hasta un metro y treinta centímetros en algunas zonas de la metrópoli, lo que sería la mayor cantidad jamás registrada en Texas.
Esta situación obligó a las autoridades locales a emitir en las últimas horas una serie de órdenes de evacuación obligatorias y voluntarias. En caso de que todas las personas sigan las órdenes, más de 200 mil se desplazarán en busca de refugio, según estimaciones de los medios locales.
“Estamos viendo inundaciones catastróficas, y esto probablemente se expandirá y persistirá”, dijo Louis W. Uccellini, director del NWS.
“No hemos visto un evento como este”, añadió William Brock Long, administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), en una rueda de prensa.
Frente a esta situación, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, activó ayer el despliegue completo de la Guardia Nacional (de esa fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales y en situaciones de desorden público), lo que eleva a unos 12 mil el número de efectivos habilitados para ayudar.
A la labor de los cuerpos de emergencioa se suma la solidaridad de miles de personas en Houston afectadas por las torrenciales lluvias que, a pesar de sufrir de forma directa los embates de Harvey, tienden la mano a los menos afortunados.
Manuel Cano es un claro ejemplo. Este trabajador de la construcción rescató con un bote artesanal a más de 50 vecinos atrapados en sus casas por la lluvia generada por este ciclón.
“Lo primero que hice fue sacar a mi esposa embarazada y a mi hija de tres años. Cuando vi que otras personas no podían hacer lo mismo, no lo pensé dos veces, a pesar de que al otro lado de la calle nos esperaban miembros de la guardia costera”, sostuvo Cano, inmigrante sin estatus legal en EU.
Y su temor inicial es de consideración. En pocos días, el 1 de septiembre, entrará en vigor la polémica ley estatal SB4 que permite a las autoridades locales cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, incluso en una parada de tráfico.
“Pero escuché a uno de los vecinos a los que rescataba que las autoridades habían dicho que no pedirán los documentos a nadie. La verdad, sentí más alivio”, dijo Cano.
Tanto el alcalde Sylvester Turner, como Arturo Acevedo, jefe del Departamento de Policía de Houston, han pedido a la población indocumentada que llame sin temor a las autoridades en caso de tener alguna emergencia.
La desazón de desconocer si lo ha perdido todo también encoge el alma a decenas de cientos de afectados, como a Ignacio Ramos, abuelo de siete nietos. Cuando abandonó su casa para irse a un albergue, dice, el agua ya había alcanzado los siete pies de altura.
“Cuando me iba en un bote de rescate de un buen samaritano veía a lo lejos cómo uno de los muros de ladrillos de la parte lateral de mi casa se desmoronaba y con ella se desmoronaba mi único patrimonio”, lamenta.
“Pero solo Dios proveerá y al fin y al cabo, tengo vida”, agrega.
A pesar de las vicisitudes, la intención de ayudar al prójimo siguen superando todas las expectativas, tal y como destacó y agradeció ayer el ex presidente Barack Obama.
“Gracias a los equipos de auxilio y las personas que se ayudan mutuamente. Eso es lo que hacemos los estadounidenses”, dijo Obama en Twitter.
En tanto, el Presiente Donald Trump, que aprobó ayer la declaración de emergencia para el estado de Luisiana, afectado al igual que el de Texas por graves inundaciones debidas al paso del ciclón Harvey, tiene previsto viajar hoy, junto a su esposa, Melania, a Corpus Christi para supervisar los efectos del ciclón.
caem