Entre acusaciones de fraude y enfrentamiento de opositores con policías que dejaron, al menos, la muerte de 8 personas y 64 detenidos, se llevaron a cabo en Venezuela las cuestionadas elecciones de la Asamblea Constituyente impulsadas por Nicolás Maduro.

 

Los partidos de la oposición venezolana reunidos en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y que no presentaron candidatos, dieron a conocer que sólo 15% de los venezolanos con derecho a voto fueron a las urnas.

 

El líder opositor de la Asamblea Nacional (Parlamento), Julio Borges, dijo en una rueda de prensa que las proyecciones de la oposición indican que del padrón electoral de 19.4 millones de electores la participación estará en menos de 2.5 millones de votantes.

 

Sin embargo, el chavismo gobernante se felicitó por la “participación récord” que, a su juicio, se registró en las elecciones de los 545 diputados que redactarán una nueva Carta Magna.

 

“La semilla que el comandante Hugo Chávez sembró en tierra fértil está dando sus frutos”, aseveró el primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, quien recordó que la Constituyente se instalará en los próximos días y sus decisiones deberán ser acatadas por todos los poderes.

 

Cabello afirmó que la Asamblea comenzará a legislar leyes constitucionales y otro tipo de resoluciones, y que se instalará en el Palacio Federal que hasta ahora ocupaba el Parlamento, de mayoría opositora, sin descartar que ambas asambleas convivan en el recinto como ya ocurrió en el proceso constitucional de 1999.

 

La oposición se ha negado a participar en el proceso al considerarlo un fraude, y ha intentado detenerlo con constantes protestas que han sido dispersadas constantemente por la fuerza de seguridad.

 

Según sus detractores, este proceso -que es rechazado por la Iglesia venezolana, la patronal, algunos sindicatos y rectores universitarios- permitirá al chavismo gobernante -en el poder en Venezuela desde 1998- consolidar una dictadura en el país.

 

Vario países como México, EU, Colombia, Panamá, Argentina, España y miembros de la Unión Europea, entre otros, ya han adelantado que no reconocerán a la Asamblea salida de la elección de este domingo, y reiteraron sus llamados a frenar la represión violenta que ha dejado 117 muertos.

 

A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Gobierno de México informó ayer no reconoce los resultados de la elección de los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente realizada ayer en la República Bolivariana de Venezuela y lamentó que el Gobierno de ese país haya decidido llevar a cabo unos comicios contrarios a los principios democráticos reconocidos universalmente, que no se apegan a la Constitución de la República y que profundizan la crisis en que se encuentra el país.

 

“Las medidas instrumentadas a lo largo del día, que sembraron temor entre la población e impidieron la libre manifestación pacífica y el trabajo de la prensa, reflejan el nivel de intolerancia que prevalece a lo largo del país”, señaló la depedencia en un comunicado.

 

Además hizo un llamado al diálogo.

 

“Con pleno respeto de la soberanía de Venezuela, México insta a todas las partes para que lleven adelante un diálogo genuino y con garantías, que permita al pueblo venezolano restaurar el orden democrático y retomar el camino del desarrollo y el estado de derecho”, se lee en el documento.

 

Se confrontan afuera de embajada

Cientos de venezolanos radicados en México que se concentraron ayer afuera de la Embajada de Venezuela para protestaron contra las elecciones de la Constituyente, fueron atacados verbalmente y a empujones por miembros de organizaciones que se manifestaron a favor de Nicolás Maduro.

 

Hasta la sede diplomática, ubicada en Polanco, llegaron alrededor de 200 simpatizantes del Movimiento Social por la Tierra, del Frente Popular Francisco Villa México Siglo XXI, del Movimiento de Estudiantes Excluidos de la Educación Superior y del Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes descendieron de tres autobuses que se estacionaron a unas cuadras de la calle Schiller.

 

El enfrentamiento originó la intervención de policías de la CDMX que se encargaron de que los venezolanos continuaran su camino hacia el Monumento a los Niños Héroes en Chapultepec.

 

Los partidarios de Maduro gritaron consignas como “¡Perros de Trump!”, “Traidores”, “¡Maduro, Maduro!”, “¡Váyanse para Miami!”, mientras que los venezolanos respondieron con exclamaciones  “¡No me da la gana una dictadura igualita a la cubana!”, “¡Estoy en contra de la Constituyente!”

 

Noelia, ciudadana venezolana que lleva siete años en el país dijo que no es bueno que los mexicanos que no conocen cómo se vive en Venezuela se manifiesten en apoyo a un gobierno que los tiene sin alimentos ni medicinas.

 

Cerca del mediodía los venezolanos arribaron al Monumento a los Niños Héroes donde ya los esperaba otro grupo afín a ellos.

 

Con información de Daniela Wachauf.

 

Venezuela y EU comparten vena petrolera

Antes de aplicar sanciones más severas a Venezuela, la administración estadounidense tendrá que valorar la elevada interdependencia energética de sus economías.

 

La República Bolivariana es el tercer mayor proveedor de petróleo crudo, después de Canadá y Arabia Saudita, y delante de México; en tanto que Venezuela tiene a Estados Unidos como su principal suministrador de gasolinas ante el desplome de la capacidad de sus refinerías.

 

Pero el vínculo va más allá. En Texas, en pleno epicentro de la industria petrolera estadounidense se localiza la sede de Citgo, la sexta mayor empresa de refinación en EU y filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

 

Con un negocio que incluye más de seis mil estaciones de servicio en territorio estadounidense, tres refinerías y unas 48 terminales de almacenamiento y distribución, Citgo aportó 500 mil de los 107 millones dólares donados por privados para la ceremonia de investidura de Donald Trump, el 20 de enero pasado, según informó en abril la Comisión Federal Electoral de EU.

 

Aunque PDVSA mantiene el control, 49% de la empresa refinadora está en calidad de garantía por un préstamo que pidió la petrolera estatal venezolana.

 

En un análisis publicado un día antes de que el gobierno de Trump anunciara sanciones a 13 funcionarios y exfuncionarios del gobierno de Maduro (uno de ellos Simón Zerpa, vicepresidente de Finanzas de PDVSA), la firma de servicios financieros Barclays anticipaba que las medidas tendrían un enfoque “cauteloso”, dado que acciones más severas serían un catalizador para que Venezuela incumpliera sus pagos de deuda, ejerciendo una presión sobre los precios del petróleo.

 

De acuerdo con The Wall Street Journal, EU estudia anunciar hoy lunes una nueva ronda de sanciones dirigidas a la industria petrolera venezolana.

 

Con información de Xóchitl Bárcenas.

 

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