CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fustigó a los opositores a su gobierno a los que según él participan en un supuesto plan para derrocarlo, con apoyo de Estados Unidos.

 

Maduro denunció que un ex colaborador de su gobierno participa en un supuesto plan para derrocarlo, con apoyo de Estados Unidos.

 

En su programa de radio y televisión “Domingos con Maduro”, habló abiertamente de “traidores y traidoras” del gobierno bolivariano, pero especialmente de alguien que mencionó por el apodo de “Cuadrante”.

 

Afirmó que el personaje, que se atribuyó el control sobre la Fuerza Armada, está cooperando con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, en el supuesto plan para derrocarlo.

 

El diario oficialista Últimas Noticias lo identificó como el ex ministro Miguel Rodríguez Torres, el primer titular del Ministerio del Interior de Maduro en 2013 y ex compañero de armas del fallecido mandatario Hugo Chávez.

 

Rodríguez Torres fue removido por Maduro del Ministerio, luego de tener un choque con grupos de civiles armados que dicen defender a la revolución bolivariana.

 

Maduro dijo que el supuesto conspirador estaba involucrado en una cadena de eventos que fueron puestos en marcha esta semana para buscar su derrocamiento, con apoyo de Estados Unidos.

 

Explicó que tales eventos incluían pronunciamientos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas, más muertos en las protestas contra el gobierno y declaraciones de militares activos contra Maduro.

 

Afirmó que la oposición planificó los eventos que desencadenarían una “conmoción nacional”, pero que su gobierno logró anularlos y derrotarlos. Sin embargo, pidió tomar medidas en caso de que fuera sacado del poder por vía violenta.

 

“Si producto de esta conspiración del imperialismo, de la derecha, de los traidores y traidoras, cuando digo traidoras sé lo que estoy diciendo, un día Venezuela fuera testigo de hechos cercanos a lo que he dicho o algún hecho que afectara mi integridad física, mi propia libertad, la legalidad y legitimidad del gobierno, ustedes hombre y mujeres, pueblo y Fuerza Armada, declaren una insurrección general y rescaten la Constitución y la paz, impongan la democracia verdadera”, aseveró.

 

Asimismo, Maduro denunció que existe un grupos de “traidoras” al gobierno, sin mencionar directamente a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, quien ha sido acusada por el oficialismo desde que en marzo pasado calificó de ruptura del orden constitucional dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojaron a la Asamblea Nacional (Congreso) de sus atribuciones legales.

 

Luego, la fiscal presentó un recurso legal pidiendo la anulación de la Asamblea Constituyente que convocó Maduro para reformar la Carta Magna, que es el principal mecanismo político al que apeló el presidente para acabar con las protestas contra el gobierno, que en más de dos meses han dejado 76 muertos.

 

En tanto,  Maduro completó la designación de los mandos castrenses, con miras a la elección de la Asamblea Constituyente, el 30 de julio próximo, mientras la oposición intentará impedir los comicios para escoger a sus 545 miembros.

 

Maduro aprovechó el sábado los actos del día del Ejército para anunciar los comandantes de las ocho Regiones de Defensa Integral (Redi), que tendrán a cargo la puesta en marcha del llamado Plan República, la operación que se activa en cada elección para la protección de los centros de votación.

 

Los nuevos comandantes provienen de la promoción militar de 1987, conocida por ser la del segundo hombre del chavismo, el diputado Diosdado Cabello, potencial candidato para presidir la Asamblea Constituyente de Maduro.

 

Aunque los nuevos comandantes de fuerza están vinculados a Cabello, a quien se le atribuyen desencuentros con Maduro, el jefe del Ejército, la fuerza de mayor poder de fuego, ha expresado lealtad y apoyo tanto al presidente como a la revolución bolivariana.

 

Analistas militares han advertido que los nuevos comandantes y jefes de fuerza han sido señalados como piezas inflexibles en la represión en las protestas en zonas del interior del país.

LA