WASHINGTON. Inmutable, con gran seguridad, James Comey redobló sus ataques contra Donald Trump, acusándolo de mentir, plena y simplemente, sobre la razón de su despido y de difamar al FBI y a él, después hacerlo.

 

Tras la magistral jugada de difundir un día antes su mensaje de apertura de la comparecencia de este Jueves, neutralizando el intento republicano de restarle credibilidad con el testimonio de los líderes de agencias de inteligencia que sin invocar privilegio ejecutivo ni razones de información clasificada se negaron a responder preguntas de frustrados y furiosos senadores republicanos y demócratas sobre sus conversaciones con Trump, Comey se refirió a las contradicciones del presidente de Estados Unidos.

 

 

“Repetidamente me dijo que mucha gente le habló acerca de mí, incluyendo al Procurador Jeff Sessions diciéndole que yo hacía un gran trabajo extremadamente bien visto en el FBI” dijo Comey en la esperada audiencia del Comité de Selecto de Inteligencia del Senado, reiterando el contenido de sus declaraciones publicadas un día antes.

 

“Por eso, me tomó por sorpresa y me confundieron los argumentos de la carta de despido, las declaraciones de la Casa Blanca y del presidente mismo en Televisión, diciendo que mi salida fue a causa de la investigación sobre la injerencia rusa en la elección presidencial y luego, por decisiones que tomé durante la elección, lo que no tiene sentido” dijo Comey.

 

Ante un salón abarrotado, con cámaras de televisión y docenas de periodistas nacionales e internacionales que transmitieron en vivo, Comey acusó también a Trump de “difamar al FBI y a él”, luego de su salida.

 

“La administración buscó difamarme y lo más importante, al FBI, diciendo que la agencia era “pobremente liderada y eso son plana y simplemente, MENTIRAS”.

 

Aunque la Casa Blanca lo negó, el presidente Donald Trump siguió la comparecencia hasta las 13:00 de horas, absteniéndose de reaccionar a través de su cuenta de Twitter, mientras sus aliados, en programas de televisión y otros medios trataron de contrarrestar el demoledor efecto de las declaraciones de un carismático y respetado James Comey, diciendo que “el presidente rechaza haber pedido lealtad a Comey y que de ninguna forma le pidió que dejara de investigar a Michael Flynn”.

 

Dan Coats, Director Nacional de Inteligencia, el Alm. Mike Rogers, Director de la Agencia Nacional de Seguridad y Andrew Mc Cabe, director en funciones del FBI, dijeron que “no han sido presionados para hacer nada ilegal” sin abundar mas porque consideraron “no apropiado hablar en público, de sus conversaciones confidenciales con el presidente Trump”.

 

Esta audiencia y el testimonio de Comey, fue visto como históricas audiencias del teniente Coronel Oliver North, durante el escándalo de Iran Contra, Anita Hill, sobre la nominación de Clarance Thomas, magistrado de la Suprema Corte de Justicia, pero más como las audiencias previas al estallido del escándalo de Watergate, que forzó la renuncia del ex presidente Richard Nixon, dijo el periodista Carl Bernstein, quien con Bob Woodward, destapó ese escándalo.

 

A lo largo de toda la audiencia, legisladores republicanos y demócratas cuestionaron y trataron de interpretar las declaraciones de Comey, sus memorandums y acciones de Trump, para determinar si hubo obstrucción de la justicia, mientras los Republicanos trataron de restar credibilidad al ex-director del FBI.

 

JMSJ