La Policía filipina identificó hoy al atacante del viernes pasado contra un casino de hotel Resorts World Manila como un exempleado de gobierno, adicto a los juegos de azar, al descartar por completo que haya sido un terrorista del grupo Estado Islámico (EI).

 

“El hombre armado que mató a 37 personas en un casino en la capital filipina ha sido identificado como Jessie Javier Carlos, un católico de 43 años de edad, padre de tres hijos, residente de Manila, exempleado de gobierno, y adicto a los juegos de azar”, indicó Oscar Albayalde, jefe de la Oficina Nacional de la Policía en la Región Capital (NCRPO).

 

En una conferencia de prensa en Manila, junto con los padres y esposa del atacante, el responsable policial dijo que el ataque fue motivado por las grandes deudas de juego que tenía Carlos y no por un acto de terrorismo.

 

“Estaba muy endeudado debido a que estaba enganchado por los juego de casino. De hecho esto se convirtió en causas de muchos malentendidos con su esposa y sus padres”, indicó Albayalde.

 

El jefe de la Policía en Manila destacó que la adición del pistolero por los juegos de azar era tanta que hasta la Corporación de Juegos (Pagcor) le prohibió en abril pasado la entrada a todos los casinos de la capital, a petición de su familia.

 

“Fue barrado por Pagcor de todos los casinos debido a la petición de familiares. Esto podría haber sido probablemente lo que accionó su ataque. Por eso fue que perpetró el loco ataque en el casino”, indicó, tras confirmar que Carlos fue empleado del Departamento de Hacienda, pero había sido despedido en 2014 por mentir sobre sus bienes.

 

Cerca de la media noche del jueves pasado, Carlos entró un casino del hotel Resorts World Manila con un fusil automático M4 y una botella de gasolina, con la que prendió fuego a gran número de mesas de juego y habitaciones del complejo turístico.

 

Treinta y siete personas murieron asfixiadas por el incendio, y decenas más resultaron heridas a causa de una estampida humana desatadas al intentar escapar, mientras que el atacante fue encontrado muerto cinco horas después en una habitación del hotel, después de prenderse fuego, según informó la Policía.

 

Albayalde destacó que los problemas financieros pudieran haber sido la causa que motivo a Carlos a irrumpir en el casino para perpetrar un robo, aunque también se cree que otro motivo podría haber sido por una venganza contra los casinos, ya que aunque vivía aún con su esposa, hacía tiempo que su relación había terminado.

 

El jefe de la Oficina Nacional de la Policía en la Región Capital (NCRPO), confirmó que Carlos no era un visitante regular en el Resorts World Manila, pero que había jugado a menudo en otros casinos de la ciudad.

 

Durante la conferencia, la madre del atacante, Teodora Carlos, dijo por su parte, entre lágrimas, que su hijo había sido un buen hombre y que si cometió el ataque había sido por su adicción al juego.

 

“Pedimos perdón. Mi hijo era un niño bueno para nosotros. Pero desde que empezó a jugar en los casinos, era otro, No nos visitó. Fue doloroso no poder verlo y ahora encontrarlo así”, dijo Teodora, tras expresar su pesar por todas las vidas perdidas, incluido su hijo.

 

Durante el viernes y sábado pasado, las autoridades filipinas habían insistido repetidamente que el ataque no estaba relacionado con el terrorismo y que sólo se había tratado de un intento de robo por un hombre desquiciado.

 

Sin embargo, el grupo extremista Estado Islámico afirmó en un mensaje difundido por su agencia de noticias, Amaq, que el ataque era obra de uno de sus “combatientes” en Filipinas, contradiciendo al presidente Rodrigo Duterte, quien rechaza la presencia del grupo en el país.

 

Durante la Conferencia de prensa, Albayalde mostró imágenes de cámaras de seguridad, en la que se ve a Carlos comprando unos tres litros de gasolina en el distrito capitalino de San Lázaro, donde abordó el taxi que lo llevo al hotel Resorts World Manila.

 

aarl