Londres.- Luego del atentado terrorista registrado la noche de lunes en la ciudad de Manchester y que causó 22 muertos y 59 heridos, la primera ministra británica, Theresa May, anunció que el Reino Unido elevó su nivel de alerta a “crítico”, el máximo en una escala de cinco, y desplegará al Ejército para colaborar en tareas de seguridad.

 

 

El mayor nivel de alerta significa que un ataque se puede producir de manera “inminente”, por lo que miembros de las Fuerzas Armadas patrullarán junto con la Policía en algunas zonas, informó May en una comparecencia en su residencia de Downing Street.

 

 

Tras mantener una reunión con el comité de emergencias Cobra, en el que participa la cúpula de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia, May alertó de que Salman Abedi, el terrorista suicida, pudo contar con una red de apoyo.

 

 

“El trabajo durante toda la jornada ha revelado que no podemos ignorar la posibilidad de que haya un grupo más amplio de individuos ligados al ataque”, afirmó May, que, junto con el resto de partidos, ha suspendido los actos de la campaña electoral para las elecciones generales del 8 de junio.

 

 

La jefa de Gobierno dijo que el Centro Conjunto de Análisis del Terrorismo, adscrito a los servicios de inteligencia, ha tomado la decisión de incrementar al nivel de alerta en base a las investigaciones que están en marcha.

 

Infografía: Xavier Rodríguez

Haz click en la imagen

 

El ministro de Defensa, Michael Fallon, ha dado su visto bueno a la puesta en marcha de la “operación Tempora”, que prevé que hasta 5 mil soldados colaboren en labores de seguridad bajo mando policial, anunció May.

 

 

Desde 2014, el nivel de alerta se mantenía en “severo”, el cuarto escalón, que indica que “un ataque es altamente probable”.

 

 

El incremento significa que “agentes de policía armados responsables de proteger lugares clave serán reemplazados por miembros de las Fuerzas Armadas”, detalló la primera ministra.

 

 

El Manchester, ayer los ciudadanos regresaron poco a poco a su actividad habitual, en un ambiente de tensa calma en esta urbe de unos 530 mil habitantes, tras el atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que ha sido calificado por la Policía como “el más atroz” de la historia de la ciudad.

 

 

El estadio Manchester Arena, donde se produjo la explosión al término del concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, amaneció ayer acordonado, así como la estación de trenes Victoria, que conecta con el recinto deportivo cubierto.

 

 

De acuerdo con los últimos datos oficiales, doce menores de 16 años figuran entre los 59 heridos en el ataque, producido por un terrorista suicida que detonó un explosivo de fabricación casera a la salida del estadio.

 

 

Expresiones de solidaridad con las víctimas y sus familiares se manifestaron a nivel local e internacional.
Miles de personas asistieron ayer a una vigilia en el centro de Manchester, mientras que miembros del Consejo de Seguridad de la ONU guardaron un minuto de silencio en honor de las personas que perdieron la vida, entre quienes ya fueron identificadas una niña de 6 años y una jovencita de 18.

 

 

El Estado Islámico se atribuye eI ataque
El Estado Islámico (EI) reivindicó ayer el atentado suicida perpetrado la víspera en la Arena Manchester, al final de un concierto de la cantante estadunidense Ariana Grande.
El EI, que en su momento también se atribuyó el ataque en Westminster de marzo pasado, amenazó además con más ataques contra Reino Unido y los países aliados de Estados Unidos.
Salman al Abeidi, identificado por la Policía británica como el autor del atentado en Manchester nació en esa ciudad inglesa y es hijo de una pareja de refugiados libios, Samia Tabal y Ramadán al Abeidi, quienes huyeron de la dictadura de Muamar Al Gadafi (1969-2011), según fuentes de Seguridad de Trípoli, Líbano.