La Casa Blanca defendió hoy la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de compartir información clasificada con el canciller ruso, Sergie Lavrov, y acusó que la revelación, constituye una amenaza para la seguridad nacional.

 

El asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster, insistió que el intercambio de información entre del mandatario con Lavrov, registrada la semana pasada, “fue totalmente apropiado”, y rehusó retractar el desmentido que emitió la tarde del lunes, poco después de la revelación hecha por el diario The Washington Post.

 

“Mantengo mi declaración de ayer (lunes). Lo que quiero decir es que la premisa del artículo es falsa, de que de alguna forma el presidente mantuvo una conversación que fuera inapropiada o que resultara en un desliz en materia de seguridad nacional”, dijo McMaster este martes en una sorpresiva rueda de prensa.

 

El presidente de EE.UU., Donald Trump, se puso hoy de nuevo a la defensiva ante otra polémica por sus contactos con Moscú al remarcar que compartió información sobre terrorismo con funcionarios rusos porque estaba en su derecho a hacerlo, frente a revelaciones de que divulgó material clasificado.

 

Con la controversia por el despido de James Comey, exdirector del FBI y que investigaba la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre en EE.UU., todavía muy viva, el lunes estalló otra crisis en la Casa Blanca tras un artículo del diario The Washington Post que asegura que Trump compartió información del más alto secreto con altos funcionarios del Kremlin.

 

Trump recibió la semana pasada en el Despacho Oval al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y hoy admitió, en la red social Twitter, que compartió con él información sobre el terrorismo del Estado Islámico (EI), al enfatizar que tiene el “derecho absoluto” de hacerlo.

 

“Como presidente, quería compartir con Rusia (en una reunión programada oficialmente en la Casa Blanca), lo que tengo el derecho absoluto de hacer, hechos relacionados con el terrorismo y la seguridad de vuelo de las líneas aéreas”, tuiteó el mandatario.

 

Además, alegó que lo hizo por “razones humanitarias”, porque quiere que “Rusia intensifique su lucha contra EI y el terrorismo”.

 

El artículo del Post, corroborado después por otros medios estadounidenses, revela que Trump proporcionó a Lavrov información relacionada con la posibilidad de que los yihadistas del EI utilicen ordenadores portátiles para realizar algún tipo de ataque terrorista en vuelos comerciales.

 

Esa información fue facilitada por un país aliado de EE.UU. y su contenido es tan secreto que ni siquiera otros de sus socios han recibido ese tipo de datos, según las fuentes anónimas citadas por el Post.

 

The New York Times aseguró hoy que la información secreta que Trump compartió con Rusia había sido aportada por Israel y que este país ya pidió a Washington que sea cuidadoso con los datos de inteligencia a que tiene acceso el presidente.

 

En sus tuits, Trump no se pronunció hoy sobre si la información que dio a Lavrov era secreta y tampoco la Casa Blanca ha negado que fuera clasificada.

 

Al ser preguntado sobre el tema en la Casa Blanca durante la declaración que ofreció junto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Trump se limitó a decir que tuvo una reunión “muy, muy exitosa” con Lavrov.

 

Mientras, el principal asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general H.R. McMaster, asegura que él estuvo presente en la reunión con Lavrov y que Trump no hizo nada “inapropiado” ni puso en riesgo la “seguridad nacional”.

 

Según McMaster, que compareció el lunes y de nuevo hoy ante los periodistas, la información que Trump dio a Lavrov fue “totalmente apropiada” dado el contexto y los objetivos del mandatario.

 

Sin embargo, el asesor no respondió a una pregunta sobre si la información compartida por Trump era o no secreta.

 

“No decimos qué es clasificado y qué no es clasificado”, defendió McMaster, quien añadió que “de ninguna manera” Trump “comprometió a fuentes o métodos” de obtención de esa información en su conversación con Lavrov.

 

De hecho, McMaster precisó que Trump “ni siquiera estaba al tanto” de la procedencia de la información que suministró.

 

El asesor indicó, por otro lado, que en cuanto se le comunicó a Trump que había roto el protocolo con la divulgación de esa información, funcionarios de la Casa Blanca se pusieron en contacto con la comunidad de inteligencia para contener cualquier posible daño.

 

Mientras, el líder de la minoría demócrata del Senado de EE.UU., Chuck Schumer, exhortó a la Casa Blanca a publicar las transcripciones de la reunión de Trump con Lavrov y argumentó en declaraciones ante el pleno que el Gobierno del magnate sufre “una crisis de credibilidad”.

 

Y, sin mencionar expresamente la nueva polémica en torno a los contactos de Trump con Rusia, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, sí pidió “menos drama” a la Casa Blanca para poder avanzar en temas como la reforma fiscal y la derogación de la ley sanitaria del expresidente Barack Obama.

 

Por su parte, Rusia rechazó hoy y ridiculizó las informaciones sobre la reunión de Trump con Lavrov y la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, recomendó no leer periódicos de EE.UU., ya que, según dijo, es algo “ya no es solo perjudicial, sino también peligroso”.

 

otm