El reciente aumento del déficit comercial de Estados Unidos con México de 54 mil 600 millones de dólares en 2013 a 63 mil 200 millones de dólares en 2016 se explica, en gran medida, porque la recuperación del sector manufacturero en ese país ha demandado mayores insumos o materias primas provenientes de este lado de la frontera.

 

“Los mayores déficits comerciales en una economía se asocian generalmente con periodos de expansión económica”, asegura el Gobierno mexicano en un documento que objeta al mandatario de EU, Donald Trump, que ha utilizado el saldo negativo en la balanza comercial con México para criticar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

En un documento enviado a Kenneth Smith Ramos, director de la oficina del TLCAN en la Embajada de México en Washington, señala además que parte del saldo del comercio entre ambas economías es resultado de la depreciación del peso mexicano frente al dólar en ese lapso, cuando pasó de un promedio de 12.80 a 18.70, es decir, lo que ha significado un encarecimiento de 46.4% de la divisa estadounidense.

 

El Gobierno mexicano atribuye la depreciación de la moneda mexicana, primero, a la disminución mundial de los precios del petróleo y, más recientemente, a la incertidumbre que rodea la política comercial de Estados Unidos.

 

La postura emitida por México responde a la convocatoria publicada por el Gobierno de EU para llevar a cabo una consulta pública entre los socios comerciales de ese país, después de que Trump firmó el 31 de marzo dos órdenes ejecutivas, una de las cuales dio 90 días a las agencias federales para revisar prácticas comerciales “abusivas” que han provocado el déficit comercial de su país.

 

En su respuesta, México objeta la idea de que el déficit comercial de EU es impulsado por políticas comerciales, al afirmar que obedece a factores macroeconómicos. Para ello recurre al concepto de déficit comercial adoptado a nivel internacional por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Según este consenso, el déficit de un país es igual a la diferencia entre su inversión nacional y su ahorro. Así, afirma, son dos los factores que han contribuido al déficit comercial agregado de Estados Unidos: un bajo ahorro interno y un déficit fiscal persistente, es decir, un gasto público que supera los ingresos.

 

En 2015, refiere el documento, el ahorro bruto de EU como porcentaje del PIB fue de 19%, muy por debajo de la media de los países de Asia Oriental y el Pacífico (36%), así como de los miembros de la OCDE. En tanto que en los últimos 15 años ha mantenido un déficit promedio anual de 4.2% del PIB.

 

Cita además un artículo del Instituto Peterson de Economía Internacional según el cual los aranceles y las barreras comerciales tienen poca o ninguna incidencia en el déficit comercial, a diferencia de la fuerte correlación que posee con el déficit fiscal y la manipulación de la moneda (para depreciar monedas extranjeras).

José Ángel Espinosa

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