Al director técnico del Palmeiras Eduardo Baptista le resultaron los cambios. Cuando perdía frente al Peñarol 2-0, al medio tiempo decidió meter a William  que marcó dos goles y Mina una más, así el equipo brasileño dio la vuelta al equipo uruguayo que al parecer no le gusto el resultado y al final del partido se armó una tremenda batalla campal.

 

Las ánimos se caldearon y contagiaron a los seguidores de ambos equipos que iniciaron hostigaciones entre si, sin que la policía hiciera algo al respecto.

 

 

 

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