El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, amenazó hoy con tomar represalias contra Holanda, tras calificar como “vestigios del nazismo” la decisión de ese país de negar el ingreso a su territorio de dos ministros turcos.

 

“Son vestigios del nazismo, son fascistas”, indicó el mandatario turco, quien advirtió que “a partir de ahora, vamos a ver cómo sus vuelos (de Holanda) van a aterrizar en Turquía”, indicó la emisora Radio Francia Internacional (RFI).

 

El gobierno de Turquía pidió además al embajador holandés en Ankara, que está de licencia en el extranjero, no volver “por un tiempo”, informó en tanto la agencia turca de noticias Anadolu.

 

Las declaraciones de Erdogan se dieron luego que Holanda negó este sábado el permiso de aterrizaje al avión del canciller turco Mevlut Cavusoglu, quien participaría en Róterdam en un acto a favor del referéndum de abril próximo sobre la reforma constitucional en Turquía, que refuerza los poderes del presidente turco.

 

Luego de la medida tomada contra el canciller, la ministra turca de la Familia, Fatma Betul Sayan Kaya, viajó en coche desde Alemania para representar a su colega en Róterdam, pero su vehículo fue retenido por las autoridades holandesas antes de llegar a su destino.

 

La alcaldía de Róterdam anunció el miércoles pasado que el acto se había cancelado, debido a que la sala donde se realizaría ya no estaba disponible.

 

Los políticos de Turquía buscan los votos de los inmigrantes turcos en Europa. De acuerdo con fuentes oficiales holandesas, unas 400 mil personas de origen turco viven en Holanda.

 

El jueves pasado, el canciller holandés Bert Koenders dio a conocer la oposición de su gobierno a la visita de su homólogo turco, al considerar que se comprometía el orden público y la seguridad del país con “el llamado público a los turco-holandeses para participar masivamente en una manifestación con Cavusoglu”.

 

“Las autoridades turcas amenazaron públicamente con sanciones. Eso imposibilita la búsqueda de una solución razonable”, declaró el gobierno holandés en un comunicado, en el que explicó que se buscaba que el acto convocado por Turquía fuera privado y de menor escala en el consulado de ese país.