La cadena mexicana FullGas esperará a que madure el libre mercado en el sector de los combustibles para comenzar, otra vez, con el proyecto de aliarse con Chevron, la segunda petrolera más grande de Estados Unidos, para operar en el país estaciones con la marca Texaco.
“El libre mercado está comenzando a gatear” y existe un poco de incertidumbre respeto a varios factores como la infraestructura y los precios, por lo que esa sociedad, que ya opera en Guatemala desde hace varios años, está en etapa de reorganización, dijo Jesús Montoya, director de Operaciones del grupo con presencia en Quintana Roo, Campeche y Yucatán, y que abrirá en mayo su primera estación en el Estado de México.
En una entrevista con 24 HORAS, aclaró que el proyecto no está congelado, pero sí en espera de que se consolide la liberación del mercado y se elimine la incertidumbre. “La expansión de FullGas depende por ahora de FullGas”.
En octubre pasado, Sebastián Figueroa, presidente y director de FullGas, anunció que buscarían traer la marca Texaco a México para el segundo semestre de 2017, lo que implicaría la transformación de sus estaciones de servicio.
Desde hace varios años, la cadena mexicana opera en alianza con Chevron Texaco en Guatemala, donde ya existe libre mercado, “y nos ha ido muy bien, pero para México, por la situación que estamos viviendo en el país está en una etapa de reorganización”, dijo Montoya.
Agregó que el calendario para la liberalización de los precios fue uno de los factores que abonó a que la empresa decidiera reorganizar el proyecto.
Según el cronograma establecido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la región sureste, que incluye a Campeche, Quintana Roo y Yucatán, será la última, pues la flexibilización del mercado iniciará el 15 de noviembre y tendrá como fecha límite el 30 de diciembre de este año.
“Es bueno para nosotros que seamos los últimos en entrar a este proceso porque observaremos cómo avanza en otras zonas del país, cómo es la reacción comercial en otros lugares; vamos a ir aprendiendo de los aciertos y errores que ocurran en otras zonas y tendremos más tiempo para prepararnos y que comercialmente estemos más sólidos”.
Sobre la infraestructura, mencionó que el Sureste se encuentra en desventaja por la carencia de infraestructura. Explicó que el combustibles que llega a través del puerto de Progreso, en Yucatán, se distribuye por ductos a la terminal de Umán, de donde salen las pipas que deben recorrer varios cientos de kilómetros para abastecer no sólo a esa entidad, sino también a Quintana Roo, donde opera el aeropuerto de Cancún, uno de los más importantes del país.
En el caso de Campeche ocurre algo similar: el combustible llega por barco al puerto y de ahí se distribuye por ductos a la terminal de Pemex en Lerma, para después continuar el proceso mediante pipas a todo el estado. Esta saturación, agregó, no permite que entren nuevas ofertas al sureste.
Por lo anterior, consideró que no existen las mejores condiciones en el Sureste para lo que se ha llamado la “temporada abierta”, y que consiste en que Pemex pone a disposición de privados su capacidad de almacenamiento y distribución mediante ductos, a través de un proceso de subasta.
Expansión
En tanto avanza el proceso de liberalización del mercado, la empresa mantiene un agresivo plan de expansión que inició hace varios años. “Hemos crecido tan rápido que ya figuramos como uno de los grupos más importantes del país”.
Como ejemplo, destacó que la estación que se construye en el municipio de Tecámac, Estado de México, tiene un avance de 80% y estará en operaciones a principios de mayo. Esto aunado a las aperturas en su zona de influencia. “Abrimos una gasolinera en Mérida, en Ciudad del Carmen, y este sábado 5 abrimos otra en Champotón”.
Sobre su incursión en el Edomex, dijo que será la punta de lanza para su expansión a nivel nacional. Por lo pronto, dijo, para este año calculan una inversión de 200 millones de pesos, por arriba de los 160 o 170 millones invertidos el año pasado.