Con consecuencias en el ámbito físico, mental y emocional; el aislamiento social se considera una epidemia, que ha obligado a la acción gubernamental en varios países; entre ellos México.

 

Estados Unidos, con los casos más sonados de tiroteos en espacios públicos en el mundo  -en escuelas de los más lamentables-  es de los precursores en las campañas que buscan prevenir la violencia, a través de la atención en niños y adolescentes; pese a que está documentado que los adultos mayores son los que sufren más de esta “enfermedad”.

 

 

En el caso de México ya se estudian medidas para evitar incidentes como el del joven de 15 años que abrió fuego en un colegio de Monterrey, del cual se supo que recibía seguimiento psicológico y era aficionado a la cacería como su padre, a quien pertenecía el arma.

 

VER: Tiroteo en Colegio Americano del Noreste de Monterrey deja cindo heridos

 

El presidente Enrique Peña Nieto abogó hoy por reforzar aquellas acciones que prevengan “la introducción de armas o de cualquier otro elemento que pueda poner en riesgo la vida” de los jóvenes que asisten a los centros educativos del país.

 

Un día después de que se produjera el ataque en la capital de Nuevo León, que dejó tres compañeros y una maestra heridos, así como el suicidio del agresor, el mandatario envió desde la residencia oficial de Los Pinos el mensaje de que “no queremos que un hecho como este se repita”.

 

El AS

 

De acuerdo a un estudio ofrecido por especialistas que participan con información en la página psiquiatria.com, el Aislamiento Social (AS) es un riesgo y factor de vulnerabilidad para desarrollar enfermedades psiquiátricas. Se considera a un factor asociado a mortalidad y morbilidad en la población en general.

 

Patrick McGorry un especialista en la intervención temprana en jóvenes que experimentan síntomas de psicosis, advierte que es uno de los indicios que preceden a “estados mentales de alto riesgo”. Puede inducir al consumo de drogas, factor de suicidio.

 

Aunque hay varios síntomas, no se les da la atención adecuada, señalan los especialistas.

 

Algunos de ellos son patrones de sueño discontinuos, alteraciones del sistema inmunitario y niveles más altos de las hormonas relacionadas con el estrés.

 

Esta condición, representa así un riesgo para el que la padece y para las conexiones sociales que tiene; aunque sean involuntarias, como los grupos de membresía que tiene: familia, escuela y trabajo.

 

Con información de psiquiatria.com y EFE

 

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