BAGDAD. El cese del fuego en Siria pende de un hilo. Los grupos rebeldes que habían acordado la tregua auspiciada por Rusia y Turquía anunciaron anoche que suspenden las negociaciones preparatorias de la cumbre de Astana –la capital de Kazajstán-, donde Moscú quería sentar a negociar la paz a representantes del régimen de Bashar al Assad y de los grupos armados rebeldes.

 

 

Los rebeldes aseguran que las Fuerzas Armadas sirias no están respetando el cese el fuego y que, junto a sus aliados de las milicias respaldadas por Hezbollah e Irán, siguen atacando los enclaves que controlan los grupos rebeldes.

 

 

En un comunicado, 10 grupos rebeldes aseguran que el territorio que si el Ejército sirio y esas milicias apoyadas por Irán que sostienen a Al Assad ganan más territorios supondría el cese definitivo de las negociaciones de paz.

 

 

Las principales violaciones al alto el fuego se estarían produciendo en un área controlada por los rebeldes al noroeste de la capital siria, Damasco. Los rebeldes aseguran que las fuerzas del régimen, las milicias iraníes y Hezbollah intentan capturar ese territorio.

 

 

l alto el fuego, aún de sostenerse, no implica al conjunto de Siria. Los grupos considerados terroristas como el ISIS o Fatá Al Sham –ex Al Nusra, la rama siria de Al-Qaeda-, quedaron fuera y siguen siendo atacados. También los grupos kurdos, a quienes Turquía ataca en el norte de Siria para que no se hagan con un territorio que dé continuidad al Kurdistán iraquí con las regiones del norte de Siria. Agencias