El inicio del diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela trajo algunas señales de distensión. La oposición venezolana anunció dos gestos para bajar la tensión política en el país: la postergación de la sesión de ayer la que se buscaba aprobar un juicio de responsabilidad contra el mandatario Nicolás Maduro y la suspensión de la marcha convocada para el jueves al palacio presidencial de Miraflores.

 

Los anuncios de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llegaron luego de que el gobierno de Maduro facilitara la liberación de cinco dirigentes opositores que se encontraban detenidos como muestra de voluntad del oficialismo a seguir negociando en las cuatro mesas de trabajo acordadas luego de la mediación de la Unasur y el Vaticano, para desactivar la profunda crisis política en el país.
No obstante, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, dijo que si en “pocos días” el diálogo que se inició el domingo pasado con el Gobierno no reporta resultados, la oposición tendrá que levantarse de la mesa de conversaciones.

 

“Si pasan unos pocos días, 10, 12 días y no tenemos resultados, pues tendremos que pararnos y cada cual seguirá activando sus propios mecanismos”, dijo Ramos Allup durante la sesión parlamentaria de ayer.

 

Subrayó que “todo proceso de negociación supone recíprocas concesiones” y que “si no hay transacciones no va a haber acuerdo”.

 

La presencia de la Iglesia católica ha sido determinante para que la MUD aceptará ir a la mesa con el Gobierno, pese a que buena parte de sus partidarios se opone al diálogo. Agencias