El porcentaje de la deuda contratada en dólares, que actualmente es de 35.8%, es el más alto desde el año 2000, pues tan sólo en lo que va de la administración se incrementó en más de ocho puntos porcentuales.

 

De acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda, al 31 de agosto pasado los compromisos del país sumaban 8.9 billones de pesos. Si bien más de una tercera parte está en dólares, para el titular de la dependencia, José Antonio Meade, el impacto en la deuda mexicana por la depreciación del peso será marginal.

 

El actual porcentaje de la deuda en dólares es ligeramente superior a la registrada en el año 2000, al concluir el sexenio de Ernesto Zedillo; casi duplica el nivel observado en 2006, al inicio del gobierno de Felipe Calderón, y está poco más de ocho puntos arriba en relación con el inicio de la actual administración.

 

Uno de los factores que ha disparado el peso de la deuda externa en las finanzas públicas es el tipo de cambio, pues al cierre de 2012 se ubicaba en 13.16 pesos por dólar, mientras que el promedio hasta el 31 de agosto pasado estaba en 18.2  pesos, es decir, 38.2% más caro.

 

Además, el saldo de la deuda en dólares es mayor en el sexenio de Enrique Peña Nieto, pues se ubica en 176.5 mil millones, mientras que en diciembre de 2012 era de 161.6 mil millones.

 

En conferencia de prensa, Meade Kuribreña señaló que la deuda de México es estable, pues casi 65% está contratado en pesos y la mayor parte de esos créditos está a tasas fijas.

 

“En el caso de la deuda externa, 100% la tenemos contratada está en tasa fija, por lo que entre las del mundo es menos sensible a cambios en tasa de interés y a cambios en tipo de cambio”, aunque reconoció una “afectación marginal”.

 

Señaló que la combinación de los esquemas de la deuda “no deberían poner en peligro” las metas de crecimiento económico y superávit propuestas en el Paquete Económico de 2017.

 

Para el año entrante, la SHCP planteó un crecimiento económico de 2% a 3%, al tiempo que espera alcanzar un superávit primario, es decir, más ingresos que gastos, sin contar el pago de la deuda, equivalente a 0.4% del presupuesto público, con el objetivo de que el endeudamiento comience a disminuir.