20Este día se decide la política monetaria de Estados Unidos a través de la Fed. Hemos revisado las condiciones generales para intentar leer lo que la Fed hará.

 

Lo primero que observamos es que la Fed tiene en su última previsión de crecimiento 2016, de 1.8 a 2.2% anual, cuando en el primer semestre del año el crecimiento promedio fue de 1.0%. Esto significaría que hubiera un aceleramiento en el segundo semestre del año del orden de 2.9 a 3.5%. Sin embargo, al revisar los diferentes indicadores del tercer trimestre del año, estamos viendo que la recuperación es moderada y no “acelerada”, por lo que de no hacer en esta reunión su revisión a la baja, es probable que al cierre quede por debajo de lo esperado.

 

Las dos variables que pueden decidir el momento de alza en la tasa son la inflación y el empleo. Con respecto a la inflación, al cierre de agosto aumentó a una tasa anual de 1.1% y la subyacente (sin alimentos y energía), de 2.3% cuando el objetivo se ubica en 2.0%. Consideramos que, poco a poco, la inflación se va normalizando y será a finales de 2016 o durante el primer semestre de 2017 cuando se pueda alcanzar. Por ello, es muy probable que veamos un aumento al menos de 25 puntos base este año, posiblemente en diciembre.

 

En cuanto al empleo, hemos estado viendo una desaceleración del sector servicios, y con ello, la generación de nuevos empleos viene perdiendo impulso, aunque se mantiene con un promedio en los últimos 12 meses en las 204 mil plazas. La tasa de desempleo se ubica en 4.9%, dentro de lo que se denomina “pleno empleo” y, por lo tanto, también puede apoyar esta variable a un aumento en la tasa durante el presente año.

 

No obstante, hay varios indicadores importantes en el desempeño de la economía americana que muestran una desaceleración o un estancamiento como es la producción industrial, que crece a un ritmo negativo de 0.4%; el sector manufacturero, que en agosto registró una contracción al situarse por debajo de los 50 puntos (el dato quedó en 49.4 puntos); el sector servicios, que en agosto de 2015 llegó a tener un registro expansivo en 60.3 puntos y un año después, en agosto de 2016, se ubicó en 51.4 puntos, aún en zona de expansión, pero a ritmo muy moderado. Este sector servicios se vuelve relevante por su peso en el PIB y en la creación de empleos.

 

Las ventas al menudeo han tenido un comportamiento negativo durante julio y agosto, que forman parte del tercer trimestre del año. Se desarrolla a un ritmo de 1.9% anual, cuando a principios de año el crecimiento era del orden de 3.0% anual.

 

La balanza comercial, al igual que el resto del mundo, sufre por mantener un desempeño “razonable”. No obstante, las variaciones en las exportaciones e importaciones son negativas desde marzo de 2015. Así que seguirá pesando y limitará el desempeño de las economías mundiales, incluyendo a la americana.

 

Así, a esta hora ya sabremos si el Banco de Japón, por un lado, aumentó sus estímulos monetarios reduciendo la tasa de referencia y algunas acciones adicionales encaminadas a recuperar crecimiento y aumentar la inflación. Pero con relación a Estados Unidos, vemos condiciones diferentes que, por ahora, pudieran limitar el movimiento de la tasa de interés y esperar a diciembre próximo.