Como uno de sus métodos tradicionales de protesta, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene el plantón en La Ciudadela de Balderas, que desde hace 102 días es el refugio de los maestros disidentes que llegan desde el sureste del país a manifestarse contra la reforma educativa, y que por lo visto, no tienen fecha para irse.

 

Según cuentan los propios profesores, el paro de labores sigue en pie pese a lo que ha salido en medios en los últimos días. “Pues seguimos aquí, ya vienen camiones con más maestros desde Oaxaca y Chiapas para el relevo”, contó ayer Isaac, docente de Guerrero.

 

Este plantón está desde el 27 de mayo, cuando la Policía Federal los desalojó de Bucareli y les “ofreció” que se retiraran a La Ciudadela, donde ya tienen organizadas sus 160 casas de campaña donde duermen, comen y conviven diariamente alrededor de 200 personas.

 

Así, en el cuadro que forman las calles de Balderas, Ayuntamiento, Ciudadela y Tres Guerras se extiende el campamento, con carpas que se sostienen con una telaraña de cordeles sujetos a un poste de luz y la reja de la Biblioteca México.