Ernesto Fonseca, Don Neto, desde ayer duerme en su casa y con su esposa, aunque bajo un fuerte dispositivo de seguridad.

 

Fonseca, quien es considerado uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, está resguardado 24 horas al día mediante un brazalete electrónico, guardias y un sistema de circuito cerrado para vigilar el perímetro de la residencia.

 

El narcotraficante, que cumple una condena de 40 años por los delitos de secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena en 1985, tiene 86 años de edad y está enfermo, razón por la que se ordenó la prisión domiciliaria.

 

Eduardo Guerrero, responsable de prisiones federales, aseguró que la casa de Don Neto, ubicado en un fraccionamiento en Atizapán, Estado de México, fue inspeccionada para evitar que el preso se escape mediante un túnel.

 

De acuerdo con testimonios de vecinos del fraccionamiento Valle Escondido, uno de los más exclusivos de la entidad, el dispositivo de seguridad par resguardar a Fonseca, es imponente.

 

Al narcotraficante le faltan nueve años de prisión para cumplir su condena.