El cambio en la metodología  que aplicó el INEGI para recabar la información de los ingresos de las familias mexicanas, que sirve de base para la medición de la pobreza por parte del Coneval, tendrá implicaciones para las instancias de gobierno responsables de tomar decisiones como la incorporación de beneficiarios a un programa social, la entrega de becas a ciertos sectores o la asignación de mayor presupuesto a una localidad con altos índice de rezago.

 

“Los datos ya no son comparables con el pasado, por lo tanto ya no sabremos si la pobreza bajó o subió no podemos ni saber qué se tiene que cambiar y qué debe seguir como está para mejorar las condiciones sociales”, advirtió Gonzalo Hernández Licona, secretario general del  Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

 

De acuerdo con la Ley de Desarrollo social, la información que genera el Consejo debe llegar a los actores responsables de tomar decisiones, de ahí la relevancia del cambio en la metodología aplicada por el INEGI durante el levantamiento de encuestas, que se realizó entre el 11 de agosto y el 28 de noviembre del año pasado.

 

Este ajuste impedirá que el Coneval realice la medición sobre la evolución de la pobreza que se presentaría a finales de este mes. Sin embargo, dijo que el organismo trabajará con los recursos a su alcance como los estudios de encarecimiento de la canasta básica, que se publican de forma mensual, así como de los ingresos laborales de los hogares, que se elaboran a partir de encuestas del INEGI, aunque los resultados que obtengan serán parciales.

 

En entrevista con 24 HORAS, Hernández Licona cuestionó el proceder del Instituto, al que calificó como “muy raro”, porque el organismo presidido por Alfonso Santaella ha cumplido con el protocolo en otros cambios como la medición de la inflación. “Desde hace unas semanas, el organismo planteó la modificación a este índice y justificó las razones técnicas para el cambio, pero con el cambio en el Módulo de Condiciones Sociales no lo hizo así”, dijo.

 

Además, dijo que solicitaron al INEGI el documento metodológico usado para la encuesta levantada el año pasado y para la de 2016, porque si para la de este año se repite un cambio similar, “vamos a tener el problema de que no se puede comparar y no se podría hacer de nueva cuenta la medición de la pobreza”.